Guy Davenport, escritor de relatos
Guy Davenport, polifacético escritor, pintor, profesor y erudito cuya obra, si bien variaba desde los ensayos críticos hasta las traducciones o la poesía, fue quizá más admirada por sus cuentos, que seguían la tradición contemporánea de Pound y Joyce, falleció el 4 de enero en Lexington, Kentucky. Tenía 77 años y vivía en esa población, en cuya universidad enseñó inglés durante tres décadas.
De la misma forma que llegó a la enseñanza por casualidad -"nunca tuve intención de ser profesor", comentó una vez, "sencillamente me gusta ir a clase y aprender cosas"- consideraba que escribir relatos era "una mera afición", como comentó en varias entrevistas. Pero publicó más de media docena de recopilaciones de relatos cortos, entre ellos Da Vinci's Bicycle: ten stories (Johns Hopkins, 1979), Apples and pears and other stories (North Point Press, 1984), The Jules Verne steam balloon: nine stories (North Point, 1987) y A table of green fields (New Directions, 1994).
En 1990 recibió lo que se denomina "beca para genios" de la John D. and Catherine T. MacArthur Foundation por los relatos cortos y los ensayos en los que relacionaba la civilización estadounidense con las tradiciones de la cultura clásica y europea.
En los cuentos habituales de Davenport, Kafka asegura a una niña que su muñeca perdida, Belinda, está en realidad de viaje alrededor del mundo y le escribirá (Belinda's world tour), o se da una yuxtaposición de Gertrude Stein y Alice B. Toklas en París, los hermanos Wright y Kitty Hawk, la comunidad utópica de Nueva Armonía ideada por Fourier, la bicicleta de Leonardo, abejas polinizadoras y Beckett en conversación (Au tombeau de Charles Fourier). La sencilla explicación que Davenport daba a su técnica era: "Te levantas por la mañana y tienes las Odas de Keats para enseñarles a alumnos de segundo, y un capítulo del Ulises para los de último curso, y la mente se acostumbra a encontrar referencias cruzadas entre temas", comentó en una entrevista concedida a la revista Vort en 1976.
Pero los críticos encontraban en su narrativa elementos más profundos. Milton Kramer comentó en The New York Times Book Review, respecto a la concepción que Davenport tenía de la forma del relato corto, lo siguiente: "Le ha dado parte de la densidad intelectual del ensayo culto, parte de la concisión lírica del poema contemporáneo -también parte de su dificultad- y una estructura que a menudo se asemeja a un documental cinematográfico. El resultado es una hazaña que añade algo nuevo al arte de la narrativa". En 1974, su relato Robot ganó el tercer premio en los O. Henry Awards, y en 1981 ganó el Premio Morton Dowen Zabel de narrativa de la Academia e Instituto Estadounidense de Artes y Letras.
Guy Mattison Davenport nació en Anderson, Carolina del Sur, el 23 de noviembre de 1927. En 1944 salió del instituto de secundaria para estudiar Arte en la Duke University. Finalmente se especializó en Literatura Clásica e Inglesa, y obtuvo una Beca Rhodes en 1948. En el Melton College, Oxford, escribió la primera tesis sobre Joyce aceptada por la universidad, se licenció en Literatura en 1950 y volvió a Estados Unidos. Dio clase en la Universidad de Washington en Saint Louis. Un encuentro con Pound en 1952 reforzó su interés por la literatura contemporánea y lo llevó a doctorarse en Harvard, donde escribió una tesis sobre los Cantos de Pound, que ayudó a resaltar el logro poético de éste, a pesar de sus problemas mentales y su respaldo al fascismo.
Tras enseñar en Haverford College entre 1961 y 1963 se unió al profesorado de la Universidad de Kentucky, donde permaneció hasta jubilarse, en 1991, al obtener la beca McArthur, con una dotación de 365.000 dólares. En 1963 publicó su primer libro, The intelligence of Louis Agassiz: a specimen book of scientific writings (Beacon), un estudio sobre un filósofo natural de la Universidad de Harvard. Le siguieron aproximadamente otra docena de libros, entre ellos, además de los relatos, la novela Bicycle rider (1985), libros de arte e incluso varias obras que ilustró, como Counterfeiters, de Hugo Kenner.
"Era un genio, así que cuando hablaba superaba a todos los demás", comentaba a The Louisville Courier-Journal Eric Reece, autor de un libro sobre el arte visual de Davenport, "pero de una manera que te hacía querer llegar a donde él estaba".-
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