San Francisco prohíbe fumar en los parques y en las plazas

Ya no se podrá fumar en los parques, plazas y otros espacios públicos al aire libre del municipio de San Francisco, en California. El Ayuntamiento aprobó ayer una ley que prohíbe el uso del tabaco en sitios abiertos bajo multa de hasta 500 dólares. La Ciudad de las 43 colinas fue pionera en los años ochenta en declarar la guerra al tabaco y ayer logró una nueva marca convirtiéndose en la primera de Estados Unidos en desahuciarlo.

La nueva normativa entrará en vigor el 1 de julio y es la más extensa del Estado de California, porque, aunque hay prohibiciones similares en otra docena de ciudades -entre ellas, Los Ángeles, Beverly Hills, Santa Cruz, Santa Mónica y Pasadena-, están restringidas a ciertos parques. La Junta Municipal votó ocho a tres a favor de la ordenanza, que cubre todos los terrenos de recreo administrados por el Ayuntamiento, con excepción de los campos de golf.

Otros Estados van muy por detrás en la batalla antitabaco al aire libre. Las prohibiciones vigentes se limitan a parques infantiles de juego o algunas playas, señala Bronson Frick, portavoz de la organización Americans for Nonsmokers Rights. "Desafortunadamente, el ejemplo de San Francisco no refleja una tendencia nacional", afirma Frick.

Las ordenanzas que eliminan el tabaco en zonas públicas por lo general aducen razones de peligro de fuego o de esparcir basura, mientras que en la aprobada en San Francisco los argumentos se centraron en los riesgos para la salud y el medioambiente.

"Es tan peligroso el humo directo al pulmón como el de segunda mano, particularmente para los niños", declaró la impulsora de la ordenanza, la concejal Michela Alioto-Pier, añadiendo que "el proceso de biodegradación tarda de 10 a 12 años, y las toxinas penetran en las aguas subterráneas".

California fue el primer Estado en abordar los riesgos sanitarios del tabaquismo en 1988 y desde entonces el porcentaje de fumadores se ha reducido drásticamente: sólo un 16% de adultos y un 13% de adolescentes. Y aun entre los fumadores el consumo ha bajado de 113 paquetes por persona a 46.