Más de 2.000 personas despiden a la joven asesinada en Vélez-Málaga

Más de 2.000 personas se acercaron ayer a despedir a Inmaculada Marfil, la joven de 22 años asesinada en la madrugada del domingo en Vélez-Málaga, presuntamente por su marido. El funeral se celebró a las 17.00 en la iglesia de San Andrés en Torre del Mar, y tras él, los asistentes se dirigieron al cementerio de este núcleo de población veleño, donde se llevó a cabo el entierro. Al llegar al camposanto, el cortejo dedicó una ovación a la joven.

Éste no fue el único acto de repulsa por la primera muerte en la provincia en 2005 a causa de la violencia doméstica. A mediodía, mil personas se concentraron ante el Ayuntamiento de Vélez-Málaga. Entre ellos, se encontraban vecinos y ex compañeros de trabajo de la víctima, los portavoces de todos los grupos municipales, el alcalde, Antonio Souvirón, y la directora provincial del Instituto Andaluz de la Mujer, Amparo Bilbao.

El Consistorio decretó el día de ayer como jornada de luto oficial, y anunció que se personará como acusación particular en el juicio que se celebre contra el presunto homicida, Javier D. J., de 21 años, que confesó los hechos tras ser detenido por la policía. Ambos se habían casado hacía sólo cuatro meses.

Sonia, una de las hermanas de Inmaculada, exigió en el velatorio "que se haga justicia y que se pudra en la cárcel". Aseguró desconocer que su hermana, que nunca presentó denuncia, sufriera malos tratos. "No hay derecho, después de todo lo que había pasado, se la veía otra vez ilusionada, con ganas de vivir", relató. Inmaculada había perdido hace tres años a su anterior novio, con el que llevaba cinco años, en un accidente.

Según las investigaciones, la muerte de la joven se produjo en el domicilio conyugal, donde su marido la habría asestado varias puñaladas en el pecho con un cuchillo y la habría estrangulado. Luego bajó su cuerpo hasta el aparcamiento, donde fue hallado por un vecino.