El Levante cambia su estilo y gana

La romántica aventura de un modesto jugando bien al fútbol en la máxima categoría concluyó ayer de la mejor manera posible: con una victoria. El Levante derrotó en el Ciutat de València a la Real Sociedad con un estilo totalmente opuesto al hasta ahora exhibido. O sea, renunciando a sus señas del identidad: al toque, a la pausa, a todo lo que le caracterizó durante la primera vuelta. Sin embargo, los resultados, las nueve jornadas consecutivas que llevaba sin conocer la victoria, pesaban demasiado y Bernd Schuster optó por dar un vuelco al juego de su equipo. La apuesta, consensuada durante la semana con la plantilla, le salió redonda al técnico alemán, quien se tambaleaba ya en el banquillo azulgrana.

Frente a una Real Sociedad en horas bajas, Schuster salvó la cabeza. Para ello contó con la colaboración del meta donostiarra, Riesgo, fatal en la jugada que culminó con el primer gol local, obra de Nacho. Riesgo se tragó un centro de Ettien desde la banda derecha. Un error del que sacó petróleo el interior zurdo levantinista, uno de los protagonistas del choque.

El tempranero gol local se produjo medio minuto después de que Gabilondo pusiera a prueba los reflejos de Mora, muy discutido desde que concedió cinco tantos en el Bernabéu hace ocho jornadas. El portero azulgrana rechazó en el tercer minuto dos tiros seguidos de Gabilondo, que desperdició una clamorosa ocasión. No tuvo mucho más trabajo Mora, lo que habla de la inoperancia del conjunto vasco.

La Real se diluyó a partir del primer gol. Aunque tuvo más presencia en el juego, careció de mordiente arriba. Sus tímidas acometidas fueron resueltas con contundencia por la zaga local, que no se anduvo con chiquitas: despejó la pelota de cualquier manera, pero siempre muy lejos de su portería.

En el arranque de la segunda parte, el Levante sorprendió a la Real con una jugada fulgurante. Congo remató un centro de Nacho, quien aprovechó la indolencia de la defensa blanquiazul para penetrar por el carril del 10 y tirar un centro que superó a los centrales visitantes y a Riesgo.

Cuando todo apuntaba a que el atacante colombiano había apuntillado a la Real, el turco Nihat le puso emoción al asunto con un magistral lanzamiento de falta que se coló por la escuadra. Sólo entonces pareció viva la Real. Sólo entonces intimidó al Levante. Fue, en cambio, el grupo local quien pudo aumentar su ventaja: Juanma se plantó solo ante Riesgo, que salió airoso del mano a mano con el azulgrana. Poco después, Ettien entró como una locomotora por el centro de la defensa, pero su tiro se marchó alto. Ya no dio para más un choque entretenido del que salió reforzado el Levante de Schuster aunque fuera a costa de aparcar su atractivo estilo por un día. O, quizá, definitivamente.