Condones
Sumen dos y dos y les dará resultado. Tomen al consentido principito de los Windsor, con su nazi uniforme del Afrikan Korps, asistiendo a la fiesta de disfraces que, bajo el lema "Colonos y nativos", dio la aristocrática pandilla, y a la que asistieron los privilegiados cachorros de la aristocracia británica, ataviados de zulúes o de indígenas americanos. Agarren, a continuación, las fotos en las que miembros del Ejercito de Su Majestad -ese mismo Ejército cuyas élites no admiten el ingreso de personas de otras razas, según descubrimiento reciente- posan con los prisioneros iraquíes recién torturados y vejados.
Sumen, y no les saldrá precisamente Heno de Pravia. Por el contrario, vuelve a llevarse, cada día más, el familiar aroma conocido como Sangre de Colonia. ¿Y por qué no? En un ambiente de retroceso generalizado, en donde la mujer sigue cobrando, a igual trabajo, mucho menos que un hombre; en donde los obispos y cardenales largan y se inmiscuyen, y los ayatolás largan y se inmiscuyen. En donde el lavado de cerebro o te lo hacen los demás o te lo haces tú mismo, y muy a gusto; y la libertad de aborto experimenta cierto retroceso hasta en Francia... Con la normalización política de la sexualidad real comparada a la zoofilia... Francamente, ¿qué tiene de extraño que hayan regresado airosamente los antiguos usos del Imperio?
Sin complejos, dijo alguien, alguna vez, en un lugar de La Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme (no del lugar, sino del alguien). Y eso se aplica a todos los niveles y en cualquier parte, simultáneamente. Un emperador mundial que miente y miente, aplicando el capitalismo de Rostro Cara Dura al pie de la letra. Juegos de Play Station con los que los adolescentes aprenden a perseguir y matar a periodistas; lo que resulta lógico, dado que ya los hay dedicados a la guerra, las masacres de civiles. Sin complejos: como la vida misma.
Por otra parte, albricias: la existencia del condón ha sido reconocida, al fin, por nuestros santones, aunque sólo como parte de la lucha contra el sida. Espero que a la gente no le dé por usarlos para follar. Que en eso, no en el torturar ni el matar ni el colonizar, es en lo único que nos quieren acomplejados.
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