_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Condones

Sumen dos y dos y les dará resultado. Tomen al consentido principito de los Windsor, con su nazi uniforme del Afrikan Korps, asistiendo a la fiesta de disfraces que, bajo el lema "Colonos y nativos", dio la aristocrática pandilla, y a la que asistieron los privilegiados cachorros de la aristocracia británica, ataviados de zulúes o de indígenas americanos. Agarren, a continuación, las fotos en las que miembros del Ejercito de Su Majestad -ese mismo Ejército cuyas élites no admiten el ingreso de personas de otras razas, según descubrimiento reciente- posan con los prisioneros iraquíes recién torturados y vejados.

Sumen, y no les saldrá precisamente Heno de Pravia. Por el contrario, vuelve a llevarse, cada día más, el familiar aroma conocido como Sangre de Colonia. ¿Y por qué no? En un ambiente de retroceso generalizado, en donde la mujer sigue cobrando, a igual trabajo, mucho menos que un hombre; en donde los obispos y cardenales largan y se inmiscuyen, y los ayatolás largan y se inmiscuyen. En donde el lavado de cerebro o te lo hacen los demás o te lo haces tú mismo, y muy a gusto; y la libertad de aborto experimenta cierto retroceso hasta en Francia... Con la normalización política de la sexualidad real comparada a la zoofilia... Francamente, ¿qué tiene de extraño que hayan regresado airosamente los antiguos usos del Imperio?

Sin complejos, dijo alguien, alguna vez, en un lugar de La Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme (no del lugar, sino del alguien). Y eso se aplica a todos los niveles y en cualquier parte, simultáneamente. Un emperador mundial que miente y miente, aplicando el capitalismo de Rostro Cara Dura al pie de la letra. Juegos de Play Station con los que los adolescentes aprenden a perseguir y matar a periodistas; lo que resulta lógico, dado que ya los hay dedicados a la guerra, las masacres de civiles. Sin complejos: como la vida misma.

Por otra parte, albricias: la existencia del condón ha sido reconocida, al fin, por nuestros santones, aunque sólo como parte de la lucha contra el sida. Espero que a la gente no le dé por usarlos para follar. Que en eso, no en el torturar ni el matar ni el colonizar, es en lo único que nos quieren acomplejados.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_