Ejecutado con una inyección letal el reo al que Schwarzenegger negó clemencia

Un ex mecánico de la Fuerza Aérea estadounidense, condenado por la muerte de dos mujeres hace un cuarto de siglo y a quien el gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, negó un pedido de clemencia de última hora, fue ejecutado con una inyección letal en las primeras horas de la madrugada del miércoles. Donald Beardslee, de 61 años, se convirtió en el primer reo ejecutado en tres años en California y el undécimo desde que en 1992 se reinstaurase la pena de muerte en el Estado. Actualmente hay 639 personas en el corredor de la muerte en California.

La ejecución se llevó a cabo en la famosa prisión de San Quintín, ubicada a 40 kilómetros al norte de San Francisco, en donde en una sala especial reservada para el efecto cinco guardias habían llevado al prisionero minutos antes de la medianoche. Al lado, en otra sala y divididos por un cristal transparente, se ubicaron un grupo de 30 personas, entre familiares de las víctimas, funcionarios del Gobierno y miembros de la prensa.

En las afueras de la prisión se congregaron varios cientos de manifestantes en una vigilia de protesta tanto por la ejecución de Beardslee como por la existencia de la pena de muerte en EE UU. Uno de los abogados de Beardslee señaló a la prensa que con la ejecución de su cliente "no se había conseguido nada", y que lo sucedido era "degradante para todos".

Negativa tajante

La ejecución fue cubierta por la prensa californiana pero no ha generado ningún debate, a pesar de haberse producido en uno de los Estados más liberales del país. Lo que más ha sorprendido ha sido la negativa tajante de Schwarzenegger para conmutar la pena. Desde que llegó al Gobierno de California en noviembre de 2003, el ex actor se ha mostrado más abierto a considerar casos de libertad condicional y clemencia que su predecesor, el demócrata Gray Davis. No obstante, Schwarzenegger "cree en la pena de muerte y considera que es una manera apropiada de castigo", dijo Peter Siggins, secretario del gobernador para Asuntos Legales.

Beardslee cometió los crímenes -asesinó a dos mujeres involucradas en asuntos de drogas y prostitución- en 1981, cuando se encontraba en libertad condicional por la muerte de otra mujer en el Estado de Misuri. Éste fue el principal elemento que hizo que los jurados lo sentenciaran a la pena de muerte. "No se qué problema tenía con las mujeres. Parece que le gustaba matarlas", señaló Tom Amundson, medio hermano de Stacey Benjamin, una de las dos víctimas californianas, que tenía 19 años cuando fue degollada por Beardslee. Durante su tiempo en prisión, primero en la cárcel del Condado de San Mateo, en los alrededores de San Francisco, y luego en la sección especial para los condenados a muerte en San Quintín, Beardslee se había convertido en un preso ejemplar.