El multimillonario chino Li Ka-shing compra Marionnaud
Pagará 900 millones por la primera cadena de perfumería francesa
Marionnaud, que con sus 1.235 tiendas es la segunda cadena de perfumería más importante de Europa y la primera de Francia, ha sido adquirida por el grupo chino Hutchinson Wampoa, del multimillonario de Hong Kong Li Ka-shing. El coste de la operación se eleva a 900 millones de euros. La familia Frydman, fundadora de la cadena, y Crédit Agricole han aceptado la oferta del empresario chino.
Tras varios días de rumores sobre la suerte de esta cadena un tanto atípica por su carácter de empresa familiar, y cuyos problemas contables y financieros eran conocidos, la firma AS Watson anunció ayer la presentación ante la Autoridad de los Mercados Financieros (AMF) de Francia de una OPA amistosa sobre la totalidad del capital de Marionnaud.
La oferta es de 21,8 euros por acción, lo que sitúa en 346 millones de euros el valor total de Marionnaud. El acuerdo establece también la asunción de unos 550 millones de euros de deudas, lo que eleva el precio total que pagará Li Ka-shing a unos 900 millones de euros. La familia Frydman, fundadora de la cadena, y el banco Crédit Agricole, que conjuntamente controlan el 31%, ya habían anunciado que aceptaban las condiciones.
El fundador, Marcel Frydman, seguirá al frente de la empresa, aunque compartirá la dirección con un representante de Hutchinson Wampoa que, además, nombrará a un director financiero. AS Watson calcula que la operación pueda cerrarse a finales de marzo.
La historia del ascenso fulgurante de esta empresa y su no menos rápida caída, no tiene mucho que ver con el rigor de gestión que podría exigírsele a una compañía de estas dimensiones en los tiempos de los mercados globalizados.
Su origen hay que situarlo en 1984, cuando Marcel Frydman, un hombre de negocios de orígenes humildes, proveniente de una familia de judíos polacos y cuyo padre murió en el campo de concentración de Auschwitz, se dice que para aliviar el aburrimiento de su esposa, le compró una perfumería.
Un año más tarde, gracias a una política de precios muy bajos y grandes ofertas, la cifra de negocios se ha multiplicado por tres. En 1996 ya controla 48 tiendas en la región parisiense, y es entonces cuando compra el grupo Marionnaud, el número uno de la perfumería de consumo francesa. Poco después entra a cotizar en Bolsa y sigue creciendo.
En 20 años ha llegado a lo más alto, pero sobre unas bases financieras un tanto frágiles. La salida a Bolsa obliga a una transparencia que deja en evidencia que la opacidad con la que se había llevado a cabo la expansión escondía errores contables de bulto y grandes deudas. El problema principal, parece ser, es que Marcel seguía siendo Papy para sus miles de empleados.
A Li Ka-shing no parecen importarle las deudas, sino el desembarco a lo grande en el mercado europeo. Los sindicatos se temen un plan de reducción de plantilla, pero el grupo chino ha negado que tenga nada previsto en este sentido.
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