Siete obreros mueren en Burgos en el incendio de un local que usaban de almacén y vestuario
Siete trabajadores fallecieron ayer en Burgos y otros cinco permanecían anoche hospitalizados (dos de ellos, en estado de extrema gravedad) por una deflagración en el local donde a las ocho y media de la mañana se cambiaban de ropa para comenzar la jornada laboral. Las víctimas trabajaban para la empresa Arranz Acinas, adjudicataria de las obras del carril-bici de la capital burgalesa.
A falta de que la investigación judicial y de la encargada ayer mismo por el ministro de Trabajo, Jesús Caldera, aclaren definitivamente las causas del siniestro, las primeras hipótesis de los técnicos apuntan a que una chispa de procedencia indeterminada prendió el combustible almacenado en la lonja junto a las máquinas a las que iba destinado. Seis familias, residentes en el edificio bajo el que se encuentra el local que sufrió la explosión, tuvieron que ser realojadas.