Rajoy ofrecerá a Zapatero un pacto territorial para no quedar al albur de los nacionalistas

Pocos minutos antes de que el lehendakari compareciera en rueda de prensa en La Moncloa, el PP daba por concluida su reunión de dos días en Sigüenza (Guadalajara) para diseñar la estrategia política del semestre, marcada por el plan Ibarretxe. Su líder, Mariano Rajoy, anunció que hoy propondrá al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, un acuerdo equivalente al Pacto Antiterrorista para "responder al grave desafío a la unidad nacional y al conjunto de los españoles" que, a su juicio, supone el proyecto del lehendakari.

Rajoy enfatizó que su objetivo es que "la defensa de la unidad nacional, de la soberanía nacional, y de la igualdad de los derechos y deberes de los españoles" no quede al albur de los partidos nacionalistas.

La cúpula del PP, que semanalmente define la estrategia política en las denominadas reuniones de maitines, ha mantenido dos días de reclusión en el parador de Sigüenza para diseñar la respuesta al plan Ibarretxe. Como es habitual, estuvieron reunidos con Rajoy, su secretario general, Ángel Acebes, los tres portavoces parlamentarios, Eduardo Zaplana, Jaime Mayor y Pío García-Escudero, los presidentes del PP andaluz, Javier Arenas, y catalán, Josep Piqué, el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, y el diputado Carlos Aragonés.

Estos integrantes de las reuniones de maitines elaboraron un documento, que hoy por la mañana someterán a discusión en una reunión extraordinaria del Comité Ejecutivo Nacional del PP, para entregarlo por la tarde al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. En síntesis y según Mariano Rajoy, la oferta consiste en proponer al Gobierno "que el PSOE y el PP defiendan conjuntamente y sin ambigüedades la política territorial, para que la agenda política en España no la marquen grupos que tienen una representación muy menor en el panorama político español", es decir, los partidos nacionalistas.

El presidente del PP afirmó que su propuesta "va a ser muy generosa", pues sólo pretende garantizar el pacto, gobierne quien gobierne, "en tres o cuatro asuntos en los que hay acuerdo de la mayoría de los españoles: la lucha contra el terrorismo, la existencia de España y el modelo de Estado, la política exterior y el Pacto de Toledo".

Esta oferta de pacto implicaría, según la propuesta del los populares, "que el cambio de Gobierno no significaría nunca un cambio radical de las posiciones" en estos temas "cruciales". El problema, y Rajoy asumió esa posibilidad, es que el PP ya ha ofrecido ese acuerdo al Gobierno desde el debate de investidura del presidente Zapatero, pero el Ejecutivo socialista tiene ahora otros socios y otras prioridades.

El líder del PP admitió que, hasta ahora, sus propuestas de pacto "han tenido como respuesta el desprecio", pero consideró que ahora, con el plan Ibarretxe sobre la mesa, eso "sería una enorme irresponsabilidad" por parte del Ejecutivo. "El PP no va a caer en esa irresponsabilidad", proclamó.

En el probable caso de que su oferta no llegue a nada, Rajoy afirmó que la defenderá ante la ciudadanía. "El PP seguirá intentando defender estas posiciones en las que creen muchísimos españoles, independientemente de lo que voten", aseguró para remachar: "Hay una gran mayoría de españoles defiende eso, vote a quien vote, y es por la que va a trabajar el PP".

Es "ilegal"

Sobre la propuesta del Ibarretxe, sólo dijo que debe "ser retirada inmediatamente" porque es "ilegal". "El único entendimiento posible con el lehendakari es que retire el plan Ibarretxe", aseguró poco antes de que éste insistiera en su defensa. La única solución, reiteró Rajoy, es que "se respete la soberanía nacional y la legalidad vigente" y eso no lo hace la propuesta de reforma estatutaria aprobada por el Parlamento vasco el 30 de diciembre pues, según el PP, rompe con la Constitución y es radicalmente ilegal.

"El plan Ibarretxe es una ruptura radical con la Constitución, con las normas de juego y de convivencia, y es un desafío al Estado con personas que quieren que España deje de ser España", insistió Rajoy antes de pedir una vez más al Gobierno que utilice "todas la fuerza del Estado de derecho para que no salga adelante".