Alemania cierra 2004 con una inflación del 1,6%, la mayor tasa en tres años
La inflación en Alemania llegó al 1,6% en 2004, el porcentaje más alto en los últimos tres años, anunció ayer la Oficina Federal de Estadística en Wiesbaden. Este alza de los precios, que se mantiene por debajo del 2% ideal fijado como estabilidad por el Banco Central Europeo (BCE), se atribuye a los elevados costes de la asistencia sanitaria, la subida del petróleo y el incremento de los impuestos sobre el tabaco.
El índice de precios al consumo subió al 1,6% en 2004, más que el 1,1% de 2003 y el 1,4% de 2002, pero se mantiene dentro de unos límites de tolerancia aceptables. El indicador de inflación es una de las cifras macroeconómicas que no quita el sueño a nadie en Alemania. No puede decirse lo mismo de las tasas de crecimiento económico o las cifras del paro que constituyen una auténtica pesadilla para el Gobierno federal en Berlín.
Los factores que explican la subida de la inflación respecto a los años anteriores son el encarecimiento espectacular de los costes de asistencia sanitaria, como consecuencia de las reformas y recortes sociales que obligan a los consumidores a pagar 10 euros al trimestre por acudir al médico, otro tanto por hospitalización y la misma suma si se acude a los servicios de urgencia de un hospital. La sanidad supuso el año pasado en Alemania una subida del 19,2%. Eliminado este factor, la inflación habría sido un 0,7% más baja. Otro elemento para la subida del IPC ha sido el petróleo. Los productos derivados del petróleo experimentaron una subida del 5,6%. Sin el alza del petróleo, la inflación habría sido del 1,4%. El tercer motivo fue el tabaco.
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