Telefónica amplía el servicio de las videollamadas a los aparatos fijos

Telefónica ha comenzado a comercializar un servicio de videollamada con el cual dos abonados que dispongan de pantalla de videoteléfono pueden verse mientras hablan.

El sistema es de una simplicidad absoluta y consiste en un soporte (similar a un marco fotográfico, de dimensiones 21 x 4,8 x 15,2 cm) que lleva embutida una pantalla de 3,5 pulgadas (como una tarjeta de crédito). El teléfono (de cualquier tipo) se conecta a la pantalla y desde ésta a la roseta telefónica. Entonces el aparato ya funciona.

Funciona con línea telefónica convencional y no supone ningún aumento de precio sobre la llamada, porque usa la misma línea que la llamada de voz.

La pantalla tiene una resolución de 352 x 288 píxeles y encima de ella hay una cámara CCD de 101k píxeles, que es la que capta la image. El máximo refresco es de 15 frames por segundo. La instalación es trivial y el funcionamiento correcto. Si el interlocutor al otro lado no se mueve demasiado la calidad es suficiente para poner una cara nítida a la voz que llega por el auricular.

El servicio está destinado tanto al segmento residencial como al profesional, indica Alberto Picazo, gerente de Telefónica, que saca argumentos para explicar por qué la videoconferencia a través de Internet no es una competencia directa: "Para una videoconferencia en Internet necesitas tener ordenador, haber descargado e instalado el software y saber usarlo; con este sistema no necesitas ordenador, es para gente que quiera usarlo fácilmente. La calidad de la videoconferencia por Internet no es mayor".

María, una empleada de Telefónica, ha colocado una pantalla en su casa y otro par en casa de sus padres y suegros, quienes "están encantados de poder ver a su nieto de meses cuando llaman por las noches", dice. Para iniciar la videollamada basta con pulsar un botón. Si el otro interlocutor dispone de pantalla recibe un mensaje e inicia o rechaza la comunicación visual.

Desde la década de 1970, Telefónica dispone de equipos de videoconferencia, que no han cuajado demasiado. Estos sistemas necesitaban una línea RDSI y usaban un ancho de banda de 64 kilobits por segundo. La videollamada, denominada así para diferenciarla de la videconferencia, usa el ancho de banda de la línea convencional. Cualquier abonado de telefonía fija puede usar la pantalla. Vale 239,99 euros y Telefónica la vende al contado o cargando en la factura una cuota mensual de 19,99 euros.