Más pérdidas y menos remates que nunca

Estadística en mano, la goleada que encajó el Barcelona en Vila-real refleja a la perfección la floja actuación del equipo azulgrana. El 3-0 es el resultado más abultado que ha encajado en la Liga el equipo de Rijkaard desde que perdiera por idéntico resultado el 4 de enero de 2004 en el campo del Racing. De los 18 porteros que ha tenido enfrente, Reina es el único al que Eto'o y compañía no han podido batir. No son datos aislados. En El Madrigal, el Barcelona perdió más balones que en nunca. 94 veces lo extravió o se lo robaron, cifra muy superior a la de sus peores partidos en ese aspecto: 78 pérdidas ante el Mallorca, 75 ante el Deportivo y 67 ante el Zaragoza.

Manuel Pellegrini, el técnico del Villarreal explicó una de las claves del partido: "Presionamos muy arriba y con mucha intensidad. Marcamos la pelota y no los jugadores rivales. De esta manera privamos al Barcelona de espacios. Les jugamos de cara y al ataque", afirmó el técnico chileno. El reverso de la estadística confirma la tesis de Pellegrini. El Barça recuperó 68 veces la pelota, 11 veces menos de lo que lo hizo el Villarreal.

El Barcelona sólo remató 11 veces cuando su media por partido supera los 15 remates. Aún peor: de esos 11 disparos, curiosamente todos efectuados con la pierna derecha, sólo dos fueron a puerta. Sólo ante el Numancia, en un partido que le costó muchísimo ganar por 1-0 al Barcelona, había lanzado tan poco a portería.

Otro aspecto relevante en el rendimiento del Barcelona es la escasa aportación de sus jugadores suplentes. Sólo dos de los 35 goles que suma han sido obtenidos por jugadores que han salido desde el banquillo, concretamente Van Bronckhorst y Gerard. Iniesta ha marcado dos tantos, pero ambos en dos de los cuatro únicos partidos en los que ha sido titular. El jugador albaceteño es el reserva al que más recurre Rijkaard. De los 799 minutos que acumula, 414 los ha disputado como suplente. En su mismo caso podría estar Larsson, pero su lesión ha privado al técnico holandés de uno de los mejores recursos de que disponía para relevar a Eto'o o a alguno de los delanteros titulares. El jugador sueco anotó tres goles antes de sufrir su grave lesión de rodilla, pero los tres los obtuvo en partidos en los que fue titular. En El Madrigal, Rijkaard, pese a que su equipo perdía por 2-0 nada más empezar el segundo tiempo, sólo efectuó un relevo, el de Damià por Iniesta. En el banquillo siguieron Jorquera y Navarro, y tres jugadores del filial: Cristian, Peña y Rodri.