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Reportaje:

El hijo rapero del músico de jazz

Nas celebra su madurez creativa con 'Street's disciple', un doble disco en el que interviene su padre, Olu Dara

Diego A. Manrique

Aunque el hip-hop es un género verboso y prolijo, se necesita mucha seguridad -o un exceso de arrogancia- para editar un doble CD. Es lo que ha hecho Nas para celebrar sus 10 años en la primera división del rap, al publicar Street's disciple (Columbia/Sony). El doble disco cuenta con aportaciones de su novia, la alborotada cantante Kelis, y del propio padre del artista, el músico de jazz y blues Olu Dara.

A primera vista, no hay mucho que distinga a Nas (Nasir Jones, 1973) de otras figuras estelares del rap. Tiene antecedentes policiales por minucias como una pelea en un club nocturno y mantiene una guerra -de palabras- con el actual rey del género, el también neoyorquino Jay-Z. También choca su lacónica conversación, fuerte contraste con su fluidez en el micrófono.

Un largo silencio

El actual Nas es un superviviente en una música donde no abundan las carreras largas. Su trayectoria ha sido una montaña rusa: sus mayores éxitos despertaron la suspicacia del mundillo del hip-hop, donde se juzgó que había hecho demasiadas concesiones. Un largo silencio durante el cambio de milenio fue interpretado como debilidad creativa y pérdida de impulso, una opinión materializada en ataques de Jay-Z, aunque se sabía que tenía problemas amorosos y que se estaba muriendo su madre.

Reapareció en 2002 con God's son, un disco que combinaba su alta opinión de sí mismo -si antes se había denominado Nas Escobar o Nastradamus, ahora se consideraba El hijo de Dios- con un contenido más reflexivo; en su ayuda, llegaron Alicia Keys y Eminem. Su pensamiento era rotundo: "El regalo de Dios es que gano dinero con lo que hago. Más que ejercer de estrella del rap, lo que me motiva es el arte de confeccionar rap".

Para Street's disciple, Nas ha vuelto a colaborar con Salaam Remi, responsable del éxito Thief's theme, que se basa en el inicio de In-a-gadda-da-vida, el épico tema de Iron Butterfly. El doble CD contiene otras muchas sorpresas: War es una suntuosa pieza de soul setentero, con el vocalista Keon Bryce, aunque lo más significativo sean las colaboraciones con su padre, Olu Dara.

Olu Dara, de verdadero nombre Charles Jones, nació en Misisipí y se hizo un nombre en el circuito neoyorquino del jazz más o menos free tocando trompeta y corneta con David Murray, Henry Threadgill, James Blood Ulmer o Jamaladeen Tacuma. A mediados de los ochenta, Dara empezó a recuperar sus raíces blues, algo que profundizó en sus discos al lado de Cassandra Wilson y cantando en dos maravillosos discos propios, In the world: from Natchez to New York y Neighborhoods.

Dara también tocó en discos de su hijo, algo que supone más que una curiosidad. Según él, lo que distingue a Nas de otros raperos es que se considera parte de una familia: "La desdicha de la comunidad afroamericana es que hay demasiados niños que crecen sin padre, sin abuelos. Recuerdo pasear con Nas y su hermano por Queensbridge, que no era precisamente un barrio de clase media: muchos desconocidos nos saludaban, nos felicitaban. Me costó entender la razón: éramos una anomalía".

Nas y Dara se alían en dos de los temas más potentes de Street's disciple: el que da título al doble disco y el apabullante Bridging the gap, que explicita la secreta conexión entre el blues del Misisipí y el rap urbano.

Según Nas, es "una forma de reconocer que su música y la mía son ramas del mismo árbol. Mi padre canta que tuvo una vida salvaje, pero que controló sus peores impulsos y sacó una familia adelante. Yo puedo afirmar lo mismo. A su lado aprendí que ser hombre era algo diferente a presumir de tu éxito en la cama o de tu capacidad para la violencia".

El <b>rapero</b> Nas.
El rapero Nas.ASSOCIATED PRESS

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