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Reportaje:FÚTBOL | Primera División

Compre un trozo de jugador

El Mallorca ofrece a empresarios privados participar en la compra de jugadores, una fórmula que también quiere ensayar el Atlético

Amaya Iríbar

El Mallorca tiene fama de comprar barato y vender bien. Es lo que hizo con su gran estrella Eto'o, traspasado el verano pasado al Barcelona por 27 millones de euros, aunque una parte de esa cantidad fue a parar a la caja del Real Madrid. Ahora, el presidente de la entidad, Mateo Alemany, ha confirmado que va a ofrecer a empresarios privados la posibilidad de invertir en la compra de futuros jugadores, lo que supondría una nueva vía de financiación para el club. El Atlético de Madrid anunció el pasado mes de octubre que quiere ensayar un modelo parecido, algo novedoso para el fútbol español.

La idea de Alemany es sencilla. Se trata de compartir el riesgo que supone cualquier fichaje con empresarios privados. Para ello, el bufete de abogados Cuatrecasas ha diseñado un producto financiero a la medida de las necesidades del club y que funciona de la siguiente manera. El Mallorca venderá a un único inversor o por cachitos un máximo del 75% de lo que cueste el jugador, y compartirá con ellos las ganancias o pérdidas que genere su traspaso o venta posterior. El hecho de que la entidad se comprometa a invertir al menos el 25% de lo que exige, la operación es una forma de expresar su compromiso con la misma. El club mantendrá además el 100% de los derechos sobre el futbolista, lo que significa que sus responsables no estarán obligados a consultar con los inversores si quieren prescindir de los servicios del deportista o aceptar una oferta por él.

Para formalizar la inversión, el Mallorca firmará un contrato con cada empresario interesado, en el que quedará reflejada tanto la cantidad aportada por éste y su participación en el total.

"Lo más importante es que la gestión corresponde al club", explica Miquel Terrasa, de Cuatrecasas, quien subraya que se trata de una herramienta muy ágil. Estos contratos, que no se ofrecerán al gran público y se negociarán uno a uno, no suponen además ningún endeudamiento para el Mallorca ni implican una participación en la sociedad, asegura el abogado. Terrasa precisa que se trata de un contrato flexible, en el que pueden introducirse cláusulas compensatorias: por ejemplo, el reembolso de cierta cantidad pasado un periodo de tiempo. Otra posibilidad es que se forme una asociación de empresarios para hacer frente a cantidades importantes o que un mismo inversor diversifique el riesgo poniendo su dinero en distintas fichas.

La fórmula, que no tiene impacto fiscal, no sólo puede resultar útil para fichar futbolistas que de otra forma serían inalcanzables para el club, sino que puede utilizarse también para subir la ficha de los canteranos tentados por otros equipos, concluye el socio de Cuatrecasas.

A pesar de estas bondades, la entidad balear, que tiene un presupuesto de 23 millones de euros para este año y se gastó 3 millones en fichajes antes de empezar la temporada, no ha utilizado aún la nueva herramienta ni sabe cuándo lo hará. Su último fichaje, el centrocampista uruguayo Gonzalo de los Santos, vino por el camino tradicional. "Se trata de una fórmula alternativa", explican fuentes del club. Lo lógico es pensar que los directivos tantearán a un grupo de empresarios para que éstos estén listos si surge una oportunidad.

El Mallorca no es el único equipo español que está dándole vueltas a cómo financiar sus futuros fichajes con el menor impacto posible para las arcas del club. El Atlético de Madrid anunció en octubre del año pasado su intención de compartir la compra de algunos jugadores con entidades financieras, a través de fondos de inversión abiertos a los particulares. Según algunos abogados, esta fórmula puede tener problemas en España, ya que exige compartir los derechos sobre el jugador.

Sin embargo, en países como Argentina o Brasil este tipo de operaciones es muy habitual. Cuando el defensa Walter Samuel, hoy en el Real Madrid, fue traspasado a la Roma por 17 millones de dólares, buena parte de esa cantidad se la repartieron los distintos inversores de un fondo. En España está posibilidad parece aún lejana, pero más real que hace unos años.

Mateo Alemany, presidente del Mallorca.
Mateo Alemany, presidente del Mallorca.EFE

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Sobre la firma

Amaya Iríbar
Redactora jefa de Fin de Semana desde 2017. Antes estuvo al frente de la sección de Deportes y fue redactora de Sociedad y de Negocios. Está especializada en gimnasia y ha cubierto para EL PAÍS dos Juegos Olímpicos y varios europeos y mundiales de atletismo. Es licenciada en Ciencias Políticas y tiene el Máster de periodismo de EL PAÍS.

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