La mitad de los malagueños se queja de la suciedad en las calles de la capital
La limpieza en las calles de Málaga deja mucho que desear. Las crecientes quejas por el servicio de la empresa mixta Limasa tienen su refrendo en el último censo de Población y Viviendas, aprobado por el Gobierno el pasado febrero, según el cual el 49,64% de los ciudadanos de Málaga tiene quejas por la poca limpieza en el entorno de sus viviendas, y es, con mucho, la ciudad andaluza donde más acuciante es el problema.
Para paliarlo, el Ayuntamiento pondrá en marcha mañana el teléfono verde, un servicio gratuito para que los ciudadanos efectúen sus quejas y reclamen actuaciones de barrido, recogida de muebles o sustitución de contenedores. Según el portavoz adjunto del PSOE, Enrique Salvo, los datos del censo evidencian el fracaso de un servicio que desde su adjudicación hace tres años y medio a una sociedad mixta no ha dejado de deparar desavenencias entre el consistorio y su socio privado, que tiene el 51% del capital.
El último censo ha incluido un capítulo específico dedicado a los problemas de las viviendas y su entorno, como los ruidos, los malos olores o la limpieza de las calles. El 49,64% de los residentes en Málaga tiene quejas por este apartado, muy superior a la media de las ciudades andaluzas, del 35,1%, e incluso a la de las poblaciones de la misma provincia, del 36,7%. La situación llega a extremos llamativos en distritos en el oeste y el norte de la ciudad, donde más de dos tercios de la población, el 67,5%, manifiestan problemas de suciedad en las calles.
Los datos corroboran el quebradero de cabeza que el servicio de limpieza resulta para el equipo de gobierno, que en apenas año y medio de legislatura ha tenido ya tres concejales de Medio Ambiente por los problemas con Limasa. Desde la constitución de Limasa III en abril de 2001, se han sucedido los conflictos entre la parte privada y el consistorio, mientras que crecen las críticas de los vecinos por las deficiencias del servicio. En junio de 2003, el Ayuntamiento inició los trámites para resolver el contrato, pero el alcalde, Francisco de la Torre (PP), optó por mantener la sociedad tras un acuerdo con los socios privados para aumentar el control municipal sobre la empresa, que se ha manifestado insuficiente.
El PSOE recuerda que la insatisfacción con el servicio contrasta con su alto coste, según sus críticas el más caro de Andalucía. Los presupuestos para 2005 estiman un coste de casi 70 millones de euros, la tercera parte de los gastos en el ejercicio. El Ayuntamiento destinará 9,5 millones de euros a un plan de mejora del servicio que el consejo de administración de Limasa rechazó financiar con los votos de la parte privada. La oposición entiende que se trata de inversiones ordinarias que debían correr por cuenta de la empresa y del canon anual que percibe del consistorio. "Los malagueños estamos pagando dos veces por un servicio que es claramente deficiente", se queja Salvo.
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