La violencia se adueña de Irak a tres semanas de las elecciones
EE UU admite que su aviación mató por error a 14 civiles en Mosul
Un coche bomba conducido por un suicida mató ayer a cuatro personas al lanzarse contra un puesto de control policial al sur de Bagdad, cerca de una gasolinera, causando además 19 heridos. Mientras, los insurgentes secuestraron a tres dirigentes suníes de Tikrit que habían acudido a Nayaf para negociar con los grupos chiíes, siguiendo la escalada de violencia encaminada a boicotear las elecciones legislativas del próximo día 30. A tan sólo tres semanas de los comicios, la violencia se adueña del país.
Tan sólo durante la pasada semana los insurgentes suníes mataron a cerca de 100 personas en ataques con bomba, emboscadas y asesinatos, teniendo como objetivo principalmente a los miembros de las fuerzas de seguridad iraquíes, a quienes consideran colaboradores de las fuerzas que invadieron Irak en 2003.
El Ejército estadounidense, bajo presión para acabar con la violencia, informó de la captura de un líder de un grupo islámico dirigido por Abu Musab al Zarqaui, responsable de los ataques más sangrientos perpetrados en Irak. Las citadas fuentes militares indicaron que la detención marca un "progreso significativo en la inevitable destrucción de la red terrorista de Zarqaui" en la inestable ciudad de Mosul, al norte del país. El mando estadounidense también informó de que al menos cinco de sus soldados resultaron ayer heridos cuando el vehículo militar en el que viajaban fue alcanzado por la explosión de una bomba colocada en una carretera del norte de Bagdad.
En el sur de la capital, un coche bomba conducido por un suicida se estrelló contra un puesto de control junto a una gasolinera en Mahaweel y mató a cuatro personas, causando heridas a 19 que hacían cola para comprar gasolina, según la policía. La explosión se produjo en una zona fuera de control conocida como El triángulo de la muerte.
En un ataque de la aviación de EE UU fue destruida anoche una casa en Aaytha, a escasos kilómetros de Mosul, según los residentes. 14 personas murieron. Los mandos militares estadounidenses pidieron después disculpas e informaron de que un F-16 había lanzado por error una bomba de 225 kilogramos sobre una casa que pensaron era un escondite de los insurgentes.
Al mismo tiempo, tres dirigentes suníes de Tikrit, ciudad natal de Sadam Husein, fueron secuestrados en una carretera al sur de Bagdad cuando regresaban de la ciudad santa chií de Nayaf, donde habían mantenido conversaciones con líderes chiíes en un intento de tender puentes para salvar la división con vistas a las elecciones. Uno de los secuestrados es vicegobernador de la provincia de Salaheddin, donde está Tikrit, al norte del país.
Numerosos dirigentes de la minoría suní han pedido un aplazamiento de las elecciones. Alegan que los ataques en la zona suní harán que muchos votantes no acudan a las urnas y que esto puede inclinar la balanza de votos del lado de la mayoría chií. El primer ministro, Ayad Alaui, descarta retrasar los comicios.
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