Un libro de gran formato celebra los 75º años del restaurante Orotava

La idea es original y, probablemente, sólo se le podía ocurrir a Manuel Vázquez Montalbán: vincular la obra de grandes artistas con las recetas más conocidas del restaurante Orotava de Barcelona. Se lo propuso al propietario y director del local, Josep Maria Luna, con motivo de la celebración del 75º aniversario del conocido restaurante. El resultado: Las cuevas de Orotava. 75 años de bien comer en Cataluña (Planeta), un libro de gran formato, en catalán y castellano, que va más allá de la historia del restaurante.

El Orotava, fundado en 1929 por José Luna, padre del actual propietario, ha sido desde siempre punto de encuentro de escritores, pintores, escultores... y muchos de ellos han dejado su testimonio en el Llibre d'art de L'Hostalet, nombre original del Orotava. El primero que lo hizo fue Joan Miró, en 1966. Manuel Vázquez Montalbán lo vincula al "Sorbete de la casa"; equipara la obra de Chillida al "Pichón Orotava al hígado de oca"; a Eduardo Arroyo con el "Revoltillo de caviar a la trufa"; a Picasso con los "Chipirones a la provenzal"; a Salvador Dalí con la "ensalada mixta" y siguen muchos más, como Tàpies, Josep Maria Subirachs, Modest Cuixart, Oswaldo Guayasamín, Ràfols Casamada, etcétera.

En la última parte de Las cuevas de Orotava se alternan las obras que todos ellos dejaron en el Llibre d'art de L'Hostalet con las recetas y con fotografías de Toni Catany sobre los platos referidos. Todo ello precedido por el artículo de Vázquez Montalbán, titulado Detrás de Miró, las cuevas de Ototava, y una introducción de su hijo, Daniel Vázquez Sallés, quien recuerda que MVM fue uno de los primeros en "hablar y utilizar la cultura popular para sus escritos". "Un ejemplo evidente fue su manera de abordar la gastronomía en revistas y medios estimados serios cuando estaba considerada tema menor en círculos que de tan cultos parecían ocultistas".

El libro se abre con un prólogo de Josep Maria Luna. Le sigue un texto de Josep Maria Huertas Claveria, Barcelona, de la Exposición al Fórum, profusamente ilustrado, en que recorre la vida de la ciudad desde la Exposición Universal de 1929 hasta la actualidad. Pepe Giménez Alcover narra la historia del restaurante. El libro incluye numerosos artículos, breves y testimonios, algunos de ellos inéditos, como los de Salvador Espriu o Néstor Luján, el primero que aconsejó a los Luna que publicaran su Llibre d'art, y recupera asimismo un texto de Joan Brossa. Josep Maria Ainaud de Lasarte, Enric Satué, Eduard Castellet, Carles Duarte y Jordi García-Soler son algunos de los amigos del Orotava que se han sumado a esta celebración en forma de libro. Joan Manuel Serrat, por ejemplo, lo ha hecho de una manera tan original como la de Vázquez Montalbán: les ha dedicado una versión de su popular canción Paraules d'amor, con letra nueva y bautizada para la ocasión con el título de Viandes de 'por'.

La lectura de Las cuevas de Orotava resulta interesante. Entre las muchas historias que se cuentan está la de cómo nació el nombre del restaurante. Josep Luna y su esposa lo bautizaron como L'Hostalet. Tras la Guerra Civil, cuando se prohibió el catalán, se convirtió en El Hostalillo, lo que no gustó a nadie. Fascinado tras un viaje al valle de Orotava, en Santa Cruz de Tenerife, Luna decidió cambiarle el nombre: Orotava.