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Fallece una mujer que vivía sola al incendiarse su vivienda de Alcobendas

Los vecinos piden que se saque de la casa precintada el perro de la víctima

"La vi, agazapada al lado de la cama, junto a su perro Bobby y rodeada de llamas. No pude salvarla". Aurora Cuenca, de 65 años, perdió la vida en la noche de Reyes en el incendio de su vivienda en la calle de Segovia (Alcobendas). Cándido, su vecino, intentó salvarle la vida. La mujer vivía sola desde que enviudó hace tres años, según los vecinos. El suceso se produjo a medianoche por causas desconocidas, informó una portavoz de Emergencias 112: "La mujer tenía estufa de leña, de butano y cocina de gas. La vivienda está calcinada y es imposible saber dónde empezó todo".

Aurora no gritó. Fueron el humo y las llamas las que alertaron a sus vecinos de que algo ocurría en la vivienda de su vecina. La víctima vivía en el número 26 de la calle de Segovia (Alcobendas), en una vivienda baja que comparte patio con otras dos casas. "Estábamos viendo en la tele Aquí no hay quien viva y le dije a mis hijos que ya era hora de irse a la cama, que iban a venir los Reyes Magos. Pero empecé a oler a quemado y pensaba que era mi gato pequeño, que estaba removiendo la estufa de leña", explicó ayer Paloma, una vecina de la víctima.

Al percatarse de que la casa de al lado estaba ardiendo, Cándido, el marido de Paloma, intentó socorrer a su vecina. "Le pegué una patada a la puerta. Entré y la vi medio tumbada al lado de la cama, parecía que intentaba protegerse de las llamas", contó el hombre. Sólo pudo tocarla con la mano, el fuego le impidió sacarla con vida. "Intenté tirar de ella tres veces, pero fue imposible", añadió Cándido. No había luz, así que el hombre tampoco pudo percatarse si en ese momento la mujer ya estaba muerta.

Estufas de leña y butano

Una portavoz de Emergencias 112 señaló que, de momento, es imposible determinar cómo se originó el incendio. "En la vivienda había una estufa de leña, otra de butano y una cocina de gas. Está todo calcinado y es muy difícil saber dónde comenzó todo", explicó dicha portavoz. Hasta el lugar se trasladaron tres dotaciones de Bomberos de la Comunidad de Madrid. Los bomberos consiguieron rescatar el cuerpo de la mujer, que se encontraba en parada cardiorrespiratoria.

Sanitarios del Summa le practicaron la reanimación durante 45 minutos, pero sólo pudieron certificar el fallecimiento. Los bomberos apagaron el fuego, pero la casa quedó totalmente destrozada.

Ahora, los vecinos de la muerta tienen una preocupación: el perro Bobby. "El animal estaba con ella, a su lado. Bobby no salió de la casa, así que está dentro: vivo o muerto", explicaron Paloma y Cándido. Pero la casa está completamente calcinada y con el precinto policial puesto así que, de momento, nadie puede entrar a comprobar si está el perro. "Que venga alguien de una protectora de animales", pidieron los residentes.

Después de que la funeraria se llevara el cadáver de Aurora, los vecinos aseguraron que escucharon ladrar al animal. "Cuando volvimos a la cama oímos un ruido como de arrg, arrg. Pensamos que era Bobby, pero también es posible que estemos obsesionados con que está ahí dentro vivo", añadieron. El matrimonio está especialmente preocupado por sus hijos, que tienen 13 y 14 años. "Anoche tenían miedo por el perro", comentaron.

Aurora Cuenca vivía en la casa desde hacía 30 años. Pagaba una renta de 20 euros mensuales a Dolores, la propietaria de toda la parcela y también vecina. En su vivienda, de tres habitaciones, acumulaba muchas cosas, según los vecinos. "La tenía llena de pañitos y de figuritas", aseguraron. El incendio apenas dejó restos: tan sólo una maceta rota y quemada y una silla con ropa que ayer al mediodía permanecía en el patio común.

Aurora, viuda desde hacía tres años, recibía ayuda de una asistenta social. "Aurora no quería que entrase nadie en su casa a limpiar, yo intenté pintarle la vivienda en alguna ocasión pero no me dejó", señaló Cándido. "Era una mujer muy obesa", agregó. Desde que murió su marido, Bobby era su única compañía: "Le quería como a un hijo, hablaba con él", señalaron los vecinos. Éstos recuerdan que cuando la víctima vivía con su marido pasó un suceso similar. "Una vez hubo un escape de gas y los dos casi se ahogan. Tuvieron que venir los bomberos a rescatarlos", concluyeron.

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