Un perro en clase
Veterinarios de Cádiz explican en institutos la ley andaluza de protección animal para fomentar el respeto a las mascotas
Sierra ha ido a clase. Se ha sentado junto al pupitre de Alberto y Mario y ha seguido la lección impartida por el presidente del Colegio de Veterinarios de Cádiz, Federico Vilaplana, quien ha acudido al instituto Bahía de Cádiz, en la capital gaditana, para explicar a los estudiantes de secundaria la Ley andaluza de Protección Animal, que recoge obligaciones y prohibiciones para los propietarios de mascotas. Es la campaña Animales, protégelos, en la que participan activamente perros como Sierra, de raza collie, la mejor herramienta para enseñar a los más jóvenes la importancia de la normativa y la necesidad de cuidar y respetar al resto de seres vivos que hay en casa.
Los veterinarios gaditanos han emprendido esta serie de charlas por colegios e institutos de la provincia para crear conciencia. Desde noviembre del año pasado está en vigor la ley autonómica 11/2003 con la que Andalucía regula los derechos de los animales y los deberes de los humanos con ellos. Varios veterinarios están visitando los colegios de todas las comarcas. En algunas zonas, como la sierra, la demanda realizada desde las escuelas supera la oferta de profesionales, que acuden a los centros acompañados de animales porque "su presencia atrae la atención de los niños y cambia la rutina habitual de las clases", señala Vilaplana.
El propio presidente del Colegio de Veterinarios ha sido el encargado de impartir la charla a los alumnos de primero de ESO en el instituto Bahía de Cádiz. Ayudado por una presentación informática y la presencia de su perra Sierra, explica el porqué de la necesidad de crear una normativa andaluza para la protección de los animales. "Son seres vivos que necesitan nuestro cariño y atención, que ni tienen pilas porque no son juguetes, ni se pueden guardar en un armario cuando te canses de jugar con ellos", relata a los estudiantes.
Advierte también de que la ley impone sanciones a aquellos que maltratan o abandonan a sus animales. Lo dice en una ciudad donde en el último año fueron abandonados 2.500 perros y gatos, según datos de los ecologistas. Mario, de 12 años, levanta la mano: "¿Es verdad que hay cazadores que ahorcan a sus perros cuando se hacen viejos y ya nos les sirven?". El veterinario asiente y comenta que la ley obliga a tener a las mascotas en buenas condiciones, prohíbe mutilarlas por simple estética e impide usarlas para peleas.
La iniciativa pretende acercar la ley pero, sobre todo, incrementar el amor por los animales. Una tarea que realiza perfectamente Sierra. Nada más comenzar la charla, Vilaplana cuenta que atropelló a la que hoy es su perra hace siete años después de que sus antiguos dueños la abandonaran en la sierra gaditana, de ahí su nombre. En un momento dado, tras exponer detalles como el proceso de identificación, las enfermedades y las razas potencialmente peligrosas, le quita la cadena al can. Sierra se da un paseo por la clase saludando uno a uno a los alumnos y despertando la admiración de todos por su docilidad. Cuando termina la lección, cada estudiante se despide de ella efusivamente. Por un día, Sierra ha sido maestra.
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