Madrid recupera la ilusión

La ilusión se pasea de nuevo por las calles de Madrid. En la capital, ayer los rostros eran de esperanza; las voces, peticiones; y en la mente de todos bullían los sueños más secretos. Ayer era la noche en que los Reyes Magos llegaban de Oriente cargados de regalos.

Hace diez meses en las calles de Madrid rodaban las lágrimas por la brutal tragedia que arrancó la vida a 191 personas e hirió a varios centenares. Pero nada como los niños para recuperar la ilusión. Los pequeños lo pueden todo. Madrid ayer volvió a ser, por fin, una ciudad para la esperanza.

Había miles de niños desde el paseo de coches del Retiro, donde comenzó la Cabalgata, hasta la plaza Mayor, donde finalizó. Pero ayer todos los madrileños se sintieron un poco niños. Pequeños y mayores se apretujaron para refugiarse del frío y para ver lo más cerca posible el paso de la comitiva real. Y, todos a uno, lanzaron al aire sus mensajes. La última petición olvidada en la carta y hasta deseos globales. Recuerdos para los que no están y para la catástrofe de Indonesia.

Miles de niños y mayores escoltaron a los Reyes Magos en su llegada a la capital

Melchor llegó a caballo, Baltasar, en elefante, y Gaspar, en dromedario. Escoltándoles 26 carrozas y 17 formaciones de músicos, pasacalles y vehículos de época. Desde la comitiva de Oriente se regalaron 3.000 kilos de caramelos. Cincuenta y cuatro mil bombillas iluminaron el cortejo. Y, sobre la Puerta de Alcalá, cinco grandes globos de helio y soldaditos de plomo tocaban sus tambores anunciando la llegada de los Reyes. Madrid 2012 y El Quijote contaron con una presencia especial en el desfile. Jesús Rollán y Carlota Castrejana, ambos deportistas olímpicos, participaron en la carroza que transitó al grito de "campeones". A Madrid 2012 le faltaba este año un voluntario que participó en las anteriores cabalgatas, Daniel Paz Manjón. que murió en el 11-M. Su madre, Pilar, es la presidenta de la asociación de las víctimas de la tragedia.Los Reyes encargaron este año a la directora artística Delia Piccirilli el diseño de las carrozas municipales y de la Cabalgata. El tema elegido fue la literatura de Hans Christian Andersen en el bicentenario de su nacimiento. Diecinueve de las 22 carrozas que acompañaron a la comitiva real fueron diseñadas con referencias a grandes obras del maestro danés, como El soldadito de plomo, El traje nuevo del emperador y La sirenita. Una de las carrozas, la financiada por la Consejería de Sanidad, sufrió un incendio y tuvo que ser retirada.

El discurrir del cortejo real fue seguido por miles de niños reclamando caramelos que eran lanzados a puñados desde las carrozas a pesar de que el Ayuntamiento recomendó hacer las entregas a mano para evitar los percances del año pasado cuando 36 personas resultaron heridas. Un conjunto de ocas amaestradas fueron también protagonistas. Y, junto a las manos en alto para alcanzar algún dulce, los gritos destinados a los Reyes de Oriente: "No se te olvide mi carta". "¿Dónde lleváis los regalos?". "He sido bueno, de verdad".

A la espera de que llegasen los Reyes Magos, en la plaza Mayor comenzó la fiesta. "Soy Hans Christian Andersen, vengo de Dinamarca...", proclamó alguien que se puso a bailar acompañado por algunos personajes de cuentos como El soldadito de plomo o Pulgarcito.

Luego, 15 niños de la favela de Candeal (Brasil) actuaron con sus instrumentos fabricados con material reciclado. Interpretaron canciones de Carlinhos Brown y también otras en las que denunciaban desigualdades sociales.

Tras casi dos horas de recorrido por la calles de Madrid, los Reyes Magos llegaron a la plaza Mayor, donde fueron recibidos por el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón. Melchor fue el encargado de lanzar un mensaje a los madrileños. En su discurso se comprometió a hacer "todo lo posible" para regalar este año la celebración de los Juegos en 2012.

"Como muchos madrileños y españoles nos habéis pedido que sea esta ciudad la sede de los Juegos Olímpicos, nosotros, con nuestra mágica influencia, trataremos de hacer todo lo posible", proclamó. Y añadió: "Os queremos traer un mensaje y un deseo de esperanza en la paz, de justa tolerancia entre todas las personas, aunque en ocasiones esta convivencia se ha visto destrozada por el dolor". "Os traemos muchos, muchísimos juguetes, pero los juguetes no es lo más importante que os traemos. Hemos venido con un mensaje de esperanza de paz, de justa tolerancia entre todas las personas".

Los Reyes luego desaparecieron para iniciar su noche más mágica.