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La comisión del Júcar-Vinalopó maneja datos que reducen la media del trasvase a una cuarta parte

El dictamen sobre la viabilidad de la transferencia sigue abierto a falta de varias reuniones

Sara Velert

La comisión técnica creada para revisar el trasvase Júcar-Vinalopó tiene sobre la mesa datos que reducen la media anual de la transferencia a una cuarta parte de los 80 hectómetros cúbicos de máximo que prevé el proyecto. Este cálculo se deriva de un modelo matemático que, según fuentes cercanas a la comisión, fija en unos 20 hectómetros cúbicos o menos los recursos para el Vinalopó en función del caudal ecológico que se asigne al Júcar y las necesidades de L'Albufera. La comisión tiene pendientes varias reuniones para evaluar datos y emitir un dictamen sobre el trasvase.

La CE exige garantías sobre el caudal ecológico para cofinanciar la obra

Los trabajos sobre la transferencia no están terminados, por lo que aún no hay conclusión sobre la cesión de agua, pero han entrado en la recta final tras varios meses en los que responsables del Ministerio de Medio Ambiente, la Confederación Hidrográfica del Júcar, Aguas del Júcar, los regantes, la Generalitat y la Fundación Nueva Cultura del Agua han revisado las necesidades del río, los usos y el desarrollo futuro, con el objetivo de asegurar la viabilidad del proyecto, y garantizar los aportes a L'Albufera y el caudal ecológico, como exige la Comisión Europea (CE) para cofinanciar la obra, con un coste total de 240 millones de euros.

A partir de los informes y datos debatidos se ha establecido un modelo matemático de simulación de los caudales a trasvasar que, según fuentes cercanas a la comisión, revela una importante reducción -a una cuarta parte o menos- de los recursos del Júcar disponibles para el Vinalopó. Esta estimación sobre datos del modelo, que manejan integrantes de la comisión, parte de una simulación que usa la serie histórica de aportaciones al Júcar de los últimos 25 años y rebaja las previsiones del Plan Hidrológico del Júcar para el abastecimiento de Valencia, a la que asigna 126 hectómetros cúbicos al año (ahora usa menos); la Acequia Real del Júcar, con una reserva de 230; y el riego del Canal Júcar-Turia, con 60 hectómetros cúbicos anuales.

Con este punto de partida, este modelo calcula una media de 23,7 hectómetros cúbicos anuales para el Vinalopó si el flujo global hacia L'Albufera se establece en 100 hectómetros cúbicos al año (con lluvias y retornos del río) y se fija un caudal ecológico igual a cero, una hipótesis contraria a las exigencias de la CE. Si el caudal ambiental es de dos metros cúbicos por segundo en el bajo Júcar, el modelo reduce la aportación al Vinalopó a una media de 20,9 hectómetros cúbicos anuales durante 25 años, según las mismas fuentes.

El Plan del Júcar aprobado en 1997 consideró que el lago de L'Albufera necesita 100 hectómetros cúbicos, una cifra que muchos expertos ven insuficiente. En ese sentido, el modelo prevé otros escenarios, con flujos globales al lago de 170 a 350 hectómetros cúbicos, y derivaciones directas de recursos desde Tous. En estos casos, con un caudal ecológico mínimo de dos metros cúbicos por segundo, la media de agua a trasvasar oscilaría entre 18,1 y 10,2 hectómetros cúbicos anuales.

Sin embargo, la Fundación Nueva Cultura del Agua y Xúquer Viu, que siempre han defendido que no hay agua para ceder, consideran que el caudal ecológico debe ser mucho más alto. Los cálculos del modelo prevén caudales mínimos de hasta 14 metros cúbicos por segundo, con lo que la reserva para el Vinalopó mermaría aún más. Así, con un caudal de 10 metros cúbicos y 170 hectómetros para L'Albufera, quedarían 11,1 para trasvasar.

El proyecto original del PP estableció otros modelos y condiciones diferentes para concluir que podían trasvasarse un máximo de 80 hectómetros, desde la premisa de que se ahorraría agua con la modernización de la Acequia Real del Júcar y con la reutilización de los recursos de depuradoras, entre otras medidas. En los últimos meses, el Gobierno socialista ha advertido en varias ocasiones de que esa condición de ganar caudales para el trasvase al Vinalopó no se cumple porque la parte que corresponde a la Generalitat en esa modernización arrastra un considerable retraso. El Gobierno, como prevé la directiva marco, subraya además la necesidad de una gestión integral de la cuenca, con una evaluación continuada de los recursos para garantizar una correcta asignación. Así, el uso de aguas subterráneas de Valencia también se ha planteado en la comisión como opción para completar caudales al Vinalopó.

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Sobre la firma

Sara Velert
Redactora de Internacional. Trabaja en EL PAÍS desde 1993, donde ha pasado también por la sección de Última Hora y ha cubierto en Valencia la información municipal, de medio ambiente y tribunales. Es licenciada en Geografía e Historia y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS, de cuya escuela ha sido profesora de redacción.

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