Historia de un 'don Juan'

Don Juan, Casanova y Larry Laffer son algunos de los famosos nombres de conquistadores de corazones. Si el último seductor no es tan conocido entre la audiencia en general es porque su fama se circunscribe a los videojuegos. Aunque, a diferencia de los otros, este moderno seductor electrónico casi nunca obtiene el éxito deseado con las féminas y pasa la mayor parte del tiempo recibiendo calabazas.

Dos advertencias: la primera es que el juego es solamente para mayores de 18 años. En Australia lo han prohibido y la oficina que se encarga de clasificar por edades las películas, la literatura y el ocio electrónico se ha negado a catalogarlo por considerar que el videojuego presenta demasiados desnudos y "actividades sexuales". En España el código PEGI, lo ha clasificado apto únicamente para mayores de edad.

La segunda advertencia es que los seguidores de la aventura gráfica tradicional quizá se sientan defraudados con este título, ya que los chicos de High-Voltage Software, sus creadores, han dejado a un lado los puzzles y los inventarios habituales en el género y los han sustituido por una serie de juegos de habilidad. Realmente es una verdadera lástima este cambio y se entiende como una estrategia de sus creadores para conseguir un público más amplio, sin otra aspiración que la de enganchar a un público masculino que babee con los dibujos de chicas infladas por la silicona.

La compañía Sierra dio vida a la primera creación del genio del humor Al Lowe, allá por el año 1987, y desde entonces se han editado siete capítulos, dentro del género de la aventura gráfica, todos ellos con el objetivo de que su protagonista consiga llevarse al catre a las lozanas protagonistas, obteniendo en cada una de las entregas un éxito irregular entre el público.

Pero desde mediados de los noventa, en que se lanzó el último episodio, no se habían tenido noticias del cuarentón Larry, y el deseo entre el público de retomar sus aventuras se percibía en el ambiente.

En esta ocasión el protagonista no será Larry Laffer sino su sobrino, el universitario Larry Loveage, con un parecido muy familiar debido, seguramente, al componente genético. La aventura se inicia cuando llega al recinto universitario la reportera del programa de televisión Sementales con el objetivo de encontrar al personaje más ligón del centro.

A partir de ese momento, algunas de las chicas repartidas por los diferentes escenarios proponen al protagonista participar en minijuegos, tales como saltar en una colchoneta, donde el jugador deberá pulsar los botones del mando de control en la dirección que aparezca en pantalla. O también una versión del conocido duro, que consiste en introducir una moneda en un vaso y aquel que falla se bebe una cerveza. Si el jugador es hábil, podrá ver desnudos a los personajes, tanto al circuncidado Larry como a las voluptuosas chicas.

Los años de ausencia han servido para crear una versión del videojuego en tres dimensiones. Tanto el modelo del personaje principal como el de las chicas que tienen que servir de presa al seductor se han trabajado de manera tridimensional y se ha conseguido un aspecto de dibujo animado muy aceptable. El espectador podrá ver cosas tan divertidas como las flatulencias de Larry, que se consiguen pulsando un botón del controlador, o bien sus mareos debidos al consumo excesivo de alcohol.

Los diálogos, totalmente traducidos al castellano -cosa que se agradece a la distribuidora del juego en España-, muestran un lenguaje sin tapujos en que, como no podía ser de otra manera, las referencias al sexo son habituales. El título puede resultar divertido pero ha perdido completamente la verdadera esencia de las aventuras gráficas, centrando su componente lúdico en desnudar a jovencitas.