Mariscos y carnes con vistas al campo del Real Madrid

Resulta difícil entender que un restaurante recién inaugurado ofrezca una estética tan cursi y decadente. Peor aún, que sus promotores hayan realizado inversiones millonarias para conseguir resultados tan desfasados en el tiempo. Éstas son, de entrada, las señas de identidad de Puerta 57, el nuevo restaurante del Real Madrid, ubicado dentro del propio estadio Santiago Bernabéu, con vistas sobre el campo, cuyo interiorismo ha corrido a cargo de sus adjudicatarios, los propietarios de La Máquina y Casa Nemesio, conocidos establecimientos madrileños. Cortinas de raso, escayolas de colores, cuadros chirriantes, tapicerías trasnochadas y decenas de detalles barrocos crean en sus comedores ambientes desasosegantes. Un desatino para el que no se han escatimado medios.

Especialidades convincentes

Como contrapunto -gran paradoja-, platos sencillos de corte casero, elaborados con buenas materias primas que se tarifan a precios elevados. En el fondo, la misma carta que preside los otros dos restaurantes del grupo, en la que afloran especialidades que encandilan a todo el mundo: mariscos, guisos, arroces, frituras de pescado, carnes rojas, tortillas de patatas y albóndigas. Algo así como una casa de comidas contemporánea en un ambiente rocambolesco.

Quienes toman acomodo en sus mesas difícilmente salen decepcionados. Al éxito contribuye la envergadura de su despensa, pertrechada de jamones de Joselito, de espectaculares mariscos gallegos, de buenas carnes rojas y de corderos de raza churra.

Lo ideal es compartir algunos entrantes. Son suculentos los huevos revueltos con patatas y jamón; muy finas las alcachofas de Tudela y equilibrado el pulpo de roca con patatitas. Podrían mejorar las croquetas de jamón, pero no admiten reparos los callos a la asturiana ni las albóndigas. Los pescados y las carnes ratifican la categoría de sus productos. Como muestra, los tacos de merluza y las cocochas rebozadas, así como la merluza a la plancha con calamares en su tinta, mezcla absurda en la que cada ingrediente navega por separado. Tampoco hay que olvidar el costillar de cordero, realmente bueno. ¿Cómo es posible que después de tantas campañas contra los peces inmaduros, el FROM y el Ministerio de Agricultura y Pesca permitan en algunas cartas como ésta la presencia de los falsos chanquetes con huevos fritos y pimientos?