Nevadas e infraestructuras
El lunes 27 me pasé la mañana en Arauzo, un pequeño pueblo de Burgos, haciendo zapping para saber cómo estaban las carreteras antes de decidirme a hacer viaje a Madrid pasando por Aranda de Duero. La llamada Televisión de Castilla y León, un canal privado, conectó con Bloomberg TV y no paró de dar información económica y algunas estampas turísticas de las ciudades de Castilla; TeleAranda, una televisión local, andaba con una telenovela de redifusión. La única cadena que informó algo fue TVE-1, para dar, entre otras cosas, muchas quejas y poca información sobre el estado de las carreteras en la red secundaria.
A mí personalmente me ha parecido muy oportuna esta magnífica nevada, por otra parte nada infrecuente. Y es que la geografía es muy testaruda y, por muchas vueltas que se le quieran dar a la situación, es muy complicado evitar la provincia de Burgos para ir al norte. Sin embargo, nuestras autoridades políticas, tanto las de un partido como las de otro, ya sea en Madrid o en Valladolid, se han empeñado en actuar como si esto no fuera así a la hora de hacer sus planes de comunicaciones, el último recientemente aprobado.
En Aranda de Duero casi nadie ha dicho ni pío porque el AVE ni se asome por allí.
En el caso de Burgos, el axioma de que la línea recta es la distancia más corta entre dos puntos parece que no rige, y se hace pasar el AVE por Valladolid y Palencia antes que por Burgos para llegar al País Vasco y a Francia. El trazado de la autovía del norte es un modelo que se debería estudiar en las escuelas de ingenieros para decir lo que no se debe hacer. La falta de una televisión pública en la región más extensa no sólo de España, sino de Europa, es algo difícil de entender para dar alguna cohesión a una región que nació a la fuerza a través de una imposición dictada desde Madrid.
Se ha hablado mucho de los que quedaron atrapados en la autovía, pero se ha olvidado que en esta región hay cientos de pequeños pueblos que viven atrapados en el olvido desde no se sabe cuándo, y para los que en casos como éste conseguir el pan puede convertirse en un deporte de riesgo. No sé si fue hace un año o dos cuando varios automóviles quedaron bloqueados en el Páramo de Masa, en Burgos, otra vía de comunicación, en este caso con Santander, que parece empeñarse en quedar relegada a la tercera división de los planes estratégicos de los ministros de Fomento de turno. Eso sí, los castellanos, como siempre muy obedientes, serán los primeros en llevar cadenas en el maletero.
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