El PSOE exige que Gallardón acabe con los aparcacoches ilegales
El edil Óscar Iglesias recuerda que ésta era una prioridad del alcalde al llegar al cargo
El portavoz adjunto del grupo municipal socialista, Óscar Iglesias, exigió ayer al alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón, que acabe cuanto antes con las decenas de aparcacoches que cada día inundan las calles de la capital y piden dinero a los conductores. El edil del PSOE recordó que ésta era una de las prioridades fundamentales del regidor cuando entró en el cargo hace ya un año y medio.
Según Iglesias, es necesario un plan que acabe con este fenómeno de los gorrillas que "provoca inseguridad ciudadana e indefensión", ya que las actuaciones puntuales en determinados puntos sólo suponen un traslado de los aparcacoches ilegales. "Cuando llegó Gallardón a la alcaldía prometía tolerancia cero, pero un año y medio después estas actuaciones siguen siendo una realidad muy extendida en zonas como el Zoológico, la Casa de Campo, el teleférico, los hospitales, las zonas monumentales y los lugares próximos a espectáculos públicos, como el fútbol, los toros o los conciertos", explicó el concejal socialista.
El portavoz adjunto recordó que estas personas están organizadas en grupos que se distribuyen estratégicamente por las zonas que controlan. Suelen realizar un control visual de las plazas que quedan libres para indicar al conductor dónde debe situar el vehículo. Una vez que el conductor ha parado el motor, se sitúan junto a la puerta del conductor, al que suelen recordar que no deje objetos visibles en el interior. Otras veces, según el edil, hacen un ademán para pedir dinero por el servicio prestado. "Suelen ir ataviados con algún tipo de prenda de cabeza, como alguna gorra o similar, e incluso con chalecos reflectantes. Así intentan dar la impresión de que se trata de un servicio organizado para tal fin", añade el concejal.
Para Iglesias, esta actividad produce inseguridad porque, si el conductor se niega a dar dinero o la cantidad es inferior a la esperada por el gorrilla, éstos suelen responder "de manera airada y con malos modos". "Existe, por tanto, ánimo de lucro de estos aparcacoches, imposición e inseguridad ciudadana en las zonas de estacionamiento que ellos controlan", explica el edil socialista. "Esto también genera una imagen muy negativa. Madrid es una ciudad con un número alto de visitantes extranjeros y de otras regiones y, al ver todo esto, se llevan una impresión muy negativa de la ciudad", resume el concejal del PSOE.
Éste recuerda que pueden ser sancionados por incumplir el artículo 30 de la Ordenanza de Circulación que prohíbe realizar en la vía pública indicaciones a los conductores para estacionar, careciendo de autorización. Además se le debe recordar, según Iglesias, que debe abandonar esa actividad a la mayor brevedad. En caso contrario puede ser acusado de desobediencia leve a un agente de la autoridad.
Por su parte, el delegado de Seguridad de la Concejalía de Seguridad y Servicios a la Comunidad, Jesús Mora, explica que solucionar este problema resulta "complicado". Cuando el aparcacoches ilegal intimida al conductor, los agentes municipales le llevan a la comisaría de policía del distrito. "Pero ninguno de estos aparcacoches ha tenido que ir a juicio o le han decretado la expulsión por estos temas", confiesa el delegado.
Lo que suele hacer la Policía Municipal es someter a estos gorrillas a un cierto acoso para intentar incomodarles y que no campen a sus anchas en determinados lugares. En lo que va de año los agentes locales han tenido que intervenir en 178 ocasiones por este motivo. "La única solución parece que pasa por la extensión de la zona SER [Servicio de Estacionamiento Regulado, más conocida como parquímetros], ya que en ese mismo momento se les acaba su negocio. Es un fenómeno que se está dando en todas las capitales importantes", explica Mora.
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