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Cinco discos recorren la breve vida de Sandy Denny, la voz del 'folk'

'A boxful of treasures' incluye material inédito de la cantante de Fairport Convention

La fatalidad privó al mundo de Sandy Denny el 21 de abril de 1978, cuando esta muchacha de Wimbledon acababa de cumplir 31 años. En apenas una década, Denny tuvo tiempo de dejar una huella indeleble en la música popular, primero al frente de los míticos Fairport Convention y Fotheringay, y más tarde con una carrera en solitario. Veintiséis años después de su muerte, una fascinante caja antológica de cinco discos, A boxful of treasures, repasa la agridulce historia de una mujer talentosa y con problemas de autoestima a la que la vida nunca trató bien.

Alexandra Elene MacLean Denny había nacido el 6 de enero de 1947, hija de un navegante que aborrecía a Bob Dylan y de una empleada postal sobreprotectora que siempre soñó con que su primogénita fuese enfermera. De hecho, Denny ganó su primer sueldo en un hospital, desde el que marchaba a los pubs con el uniforme blanco debajo del abrigo.

Sandy nunca aprendió a sacudirse el miedo escénico, que combatía con generosas dosis de alcohol, pero con sólo 21 años ya había grabado un disco junto al grupo The Strawbs en el que por primera vez aparecía su composición más sobrecogedora, Who knows where the time goes? (¿Quién sabe adónde va a parar el tiempo?), que han grabado damas de la canción como Judy Collins, Nina Simone o Mary Black.

Un romance con el representante Joe Boyd abrió a Sandy las puertas de Fairport Convention, la formación más emblemática del folk-rock inglés. Allí coincidió con el guitarrista Richard Thompson, que se sincera en el prólogo a A boxful of treasures: "Ella fue quien nos enseñó a expresar todas nuestras pasiones musicales. Al juntarnos con Sandy nos sentíamos como un Mini empotrándose contra un camión cargado de ladrillos".

Popular

El carácter arrollador de Denny la convirtió en un personaje casi tan popular como su fabulosa voz. A boxful of treasures aporta abundantes pruebas de estos años dorados en los que Sandy cimentó su mito, con el atractivo adicional de que alterna las grabaciones oficiales con tomas caseras, conciertos y versiones inéditas, hasta un total de 27 rarezas nunca antes escuchadas. Pero ni el reconocimiento ni la vida alegre disiparon las inseguridades personales de la artista, el miedo escénico, sus largos silencios en los estudios de grabación, el pánico a volar. El infierno de la bebida y otras drogas duras crepitaba cada vez con más fuerza.

En 1970, la revista Melody Maker escogió a Sandy Denny como la mejor cantante del año. Fue la misma temporada en que Robert Plant la convocó para interpretar a dúo Battle of evermore, incluida en uno de los discos más vendidos de la historia, Led Zeppelin IV. Su chorro de voz era públicamente admirado por Frank Zappa, Mama Cash, Don Henley (Eagles) o Pete Townsend, de los Who, que la invitó a participar en la ópera-rock Tommy.

La lógica artística y empresarial imponía grabar en solitario, pero ninguno de sus cuatro discos entre 1971 y 1977, plagados de piezas muy hermosas, acertó a convertirla en la alternativa británica de Joni Mitchell, Carole King o Carly Simon. Fallaron los productores, la promoción y, seguramente, el temperamento de la propia artista, envuelta en una diabólica espiral de alcohol, cocaína, Iglesia de la Cienciología y relaciones extramaritales. Tras el álbum Rendezvous (1977), el director de Island, Chris Blackwell, tomó la "dolorosa decisión" de rescindir su contrato.

Sandy dio a luz a un bebé prematuro, Georgia Rose, que su marido -el músico Trevor Lucas- acabó arrebatándole para marcharse a Australia. A finales de marzo de 1978, en una recaída alcohólica, se cayó por las escaleras de la casa de sus padres. Su madre prefirió no llevarla al hospital y aquellas heridas mal curadas fueron la causa más probable de su muerte por hemorragia cerebral.

Sandy Denny, con los miembros de Led Zeppelin John Bonham, Robert Plant y Jimmy Page (de izquierda a derecha), en 1970.
Sandy Denny, con los miembros de Led Zeppelin John Bonham, Robert Plant y Jimmy Page (de izquierda a derecha), en 1970.AP

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