Colmenar de Oreja acepta la instalación de una central térmica
Las eléctricas diseñan ocho proyectos en el sureste de la región
El Ayuntamiento de Colmenar de Oreja (6.257 habitantes, a 57 kilómetros al sur de la capital) ha aprobado la instalación en el municipio de una central térmica de ciclo combinado para la producción de electricidad. Con éste, ya son ocho los proyectos de construcción de este tipo de instalaciones en la región, todas en las zonas sur y sureste: Morata de Tajuña, Estremera, Fuentidueña, Villamanrique, Valdemingómez, Paracuellos y Pinto.
Ecologistas en Acción se opone al proyecto, del que aún no se han iniciado los estudios previos, mientras que fuentes municipales aseguran que "ya se ha superado el debate sobre la perniciosidad, que no es tal, de este tipo de centrales".
El terreno elegido para que la empresa Endesa construya la central de ciclo combinado (produce energía a partir de la combustión de gas natural o gasóleo) estará a nueve kilómetros del casco urbano de Colmenar. La térmica producirá entre 800 y 1.200 megawatios, según explicaron fuentes municipales.
El terreno linda con la provincia de Toledo, de la que le separa el cauce del Tajo. "De todas formas, aún no hay proyecto", precisan fuentes municipales, sino que el Consistorio, presidido por María Pilar Algovia, de la Candidatura Independiente Antonio García Fernández, ha dado el visto bueno para que la empresa comience con el proceso de estudios y peticiones de permisos.Desde el gobierno municipal de Colmenar de Oreja asumen que habrá "personas que no estén de acuerdo con esta instalación". Sin embargo, para contrarrestar su oposición, el Consistorio tiene preparada una batería de argumentos a favor de este tipo de centrales. Aseguran que el director general de Energía, en una intervención en el parlamento, afirmó que "los ciclos combinados de combustión de gas natural son una solución limpia de creación de electricidad cumpliendo con el protocolo de Kioto". Además, esgrimen "varios informes de ingenieros agrónomos que dicen que los cultivos [la central se instalará en una zona agrícola] no se verán afectados" y afirman que el agua que se utilizará, procedente del río Tajo, para refrigerar la central, se devolverá al cauce "sin ningún tipo de contaminación". Los puestos de trabajo directos -"800 durante la construcción, y 100 más tarde"- y los indirectos -"otros 150"- son las otras bondades de la central, según añaden fuentes municipales.
En el lado opuesto, los argumentos en contra los aporta Ladislao Martínez, de Ecologistas en Acción. En su caso, recupera unas declaraciones de Rafael Miranda, consejero delegado de Endesa, en las que afirmó que "en España empieza a haber sobrecapacidad de generación en el sistema [eléctrico]". Y "sí existe un grave riesgo de contaminación atmosférica", dice, ya que la central emitirá gases tóxicos.
Gases efectos invernadero
Entre ellos, gases de efecto invernadero y óxidos de nitrógeno, componentes de las lluvias ácidas y responsables de la creación de ozono troposférico, contaminante que ya "es un problema muy grave en la zona, según refleja la estación medidora de Aranjuez", afirma. Martínez explica, además, que la mitad del agua que se utiliza para refrigerar la instalación se pierde para siempre como vapor de agua.
Dentro del Ayuntamiento de Colmenar, no todos los concejales están a favor de la central. En el pleno en el que se aprobó el proyecto, por mayoría absoluta gracias a los siete votos del partido independiente en el poder, los tres concejales del PSOE votaron en contra, según Visitación González, portavoz socialista en el Consistorio. "Los dos concejales del PP y otro del Partido Democrático de Colmenar no se presentaron al pleno", añadió.
La concejal explicó que "la política socialista en la Comunidad de Madrid es que antes de hacer este tipo de centrales hay que hacer un plan energético para la región". Además, González se quejó de que los ocho proyectos de centrales térmicas de ciclo combinado en curso, inmersas en diferentes momentos del proceso de concesión de licencias, se ubican "en la zona sureste de la región y alrededor del río Tajo". "Habría que repartir estas instalaciones, no colocarnos todas en el sureste, que es el área más pobre y menos desarrollada de Madrid", añadió.
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