La edad media de inicio a la bebida entre los jóvenes es 13,7 años
El 22% de los chavales de 15 años sale hasta las cuatro de la madrugada el fin de semana
"El alcohol llena vacíos. Habla con tu hijo. La información es prevención". Éste es el lema de la campaña emprendida por la Consejería de Sanidad contra el consumo y abuso de alcohol entre los menores de edad. Sanidad quiere así implicar a los padres en la lucha contra las nefastas consecuencias del abuso de alcohol entre los menores. Y destaca un dato: la edad no es la única variable que incide en el consumo y abuso de alcohol, sino que la hora de llegada a casa lo es aún más. El resultado de esta doble y nueva perspectiva a la hora de hacer frente al fenómeno es que uno de cada 10 adolescentes de 16 o menos años prolongan su fiesta nocturna hasta el amanecer.
Un 75% de ellos bebe alcohol. Entre los que regresan antes de las dos, el porcentaje de bebedores se reduce al 65%, y entre los que están en casa a las doce de la noche, sólo el 45% ha bebido alcohol.
Éstos son los datos aportados por la última encuesta sobre drogas a la población escolar realizada por la Agencia Antidroga de la Consejería de Sanidad. Esta encuesta ha puesto de manifiesto que la edad media de inicio de los adolescentes con el alcohol es a los 13,7 años, que el 83,2% de los padres "mantienen cierta permisividad" sobre el consumo de alcohol de sus hijos y que "sólo el 16,8% les prohíbe ese hábito".Un 63,5% de los adolescentes de 14 a 18 años bebe alcohol habitualmente, esto es, lo ha hecho en los 30 días anteriores a la encuesta. Ese porcentaje es, lógicamente, menor entre los niños de 14 años, un 33,9%; y va incrementándose con la edad: 54,7% a los 15 años, 69,8% a los 16, 80,5% a los 17 años, y 85,2% en la mayoría de edad.
Sanidad, sin embargo, está dándole mucha importancia a otra variable a la hora de conocer los patrones de consumo y abuso de alcohol entre los adolescentes. Esta variable es la de la hora de regreso a casa. "Prolongar la salida nocturna significa que los adolescentes beban y abusen mucho más del alcohol. Y aquí los padres, que son quienes fijan la hora de llegada de sus hijos al hogar, tienen mucho que decir", explica Manuel Molina, director de la Agencia Antidroga.
Algunos datos del estudio de Sanidad son sorprendentes: uno de cada 12, un 8%, de los niños de 14 años regresa a casa más tarde de las cuatro de la madrugada y otro 6,5% (uno de cada 15) lo hace cuando ya ha amanecido. Entre los de 15 años, un 10,7% da por finalizada la juerga pasadas las cuatro y un 11% cuando ya es de día.
Estos datos suben con la edad: a los 16 años un 12,5%, uno de cada ocho, regresa entre las cuatro y las seis de la madrugada y un porcentaje aún mayor, un 12,9%, pasadas las seis de la mañana. Entre los que tienen 17 años, un 23,2% no se acuesta hasta pasadas las cuatro y un 21,9% hasta pasadas las seis.
Los adolescentes de más 18 años son, con diferencia, los que más apuran la noche: un 28% de ellos regresa a casa más tarde de las cuatro y casi un tercio con el sol elevándose sobre el horizonte. "Lo que ocurre es que el consumo de alcohol se dispara a medida que pasan las horas", explica Molina.
"En cualquier grupo de edad, los que regresan a casa a las 12 beben muchísimo menos alcohol, muy por debajo de la mitad de ellos", añade Molina. "Lógicamente son muchos más los niños de 14 y 15 años que se van retirando a medida que avanza la noche, pero es preocupante que pasadas las cuatro de la madrugada un cuarto de los adolescentes de 16 años de edad siga bebiendo y, de ellos, la mitad aún siga a partir de las seis de la mañana", añade Molina.
"Lo peor es que estos adolescentes que se acuestan más tarde imitan el consumo de los mayores. Al estar en la misma hora en el mismo sitio, tienden a beber como adolescentes de 17 o 18 años cuando ellos tienen 14 o 15", concluye.
Los contrastes más significativos del estudio de Sanidad son los siguientes: el consumo de alcohol que se produce antes y después de la hora comprendida entre la una y las dos de la madrugada, y el que protagonizan los adolescentes de 14 y15 años y los mayores. A partir de las dos de la madrugada, el consumo de alcohol entre los adolescentes de 16 a 18 años es prácticamente generalizado. Independientemente de la edad o de la hora de retirarse a casa después de las dos, entre el 78% y el 96% de ellos consumen alcohol. Los menores de esa edad, beben menos, pero lo hacen mucho más a partir de las dos: entre el 40% y el 63% de los que tienen 14 años y entre el 58% y el 79% de los que tienen 15.
Manuel Molina considera que la contundencia de estos datos debe llevar al conjunto de la sociedad a una "profunda reflexión" sobre los patrones de consumo de alcohol entre los adolescentes. "Nosotros, en el Gobierno, tenemos nuestra parte de responsabilidad, pero las escuelas y, sobre todo, los padres, deben asumir también la suya", explica.
"No es un asunto fácil", admite. "Por ejemplo, muchos padres nos dicen que se sienten incapaces de limitar la hora de regreso de sus hijos porque todos sus amigos hacen lo mismo. 'Casi prefiero que mi hijo beba un poco a que se me quede deprimido en casa porque se sienta apartado de sus amigos'. Esto demuestra que nos encontramos ante un fenómeno muy amplio, con muchas variables y al que debemos hacer frente de forma global", continua el director de la Agencia Antidroga.
Pertenencia a un grupo
"En las escuelas estamos haciendo un esfuerzo de información, que siempre sirve para prevención. Ahora reforzaremos los dirigidos a los niños de 12 a 14 años, que es en la edad en la que empiezan a habituarse a beber como elemento de pertenencia a un grupo o forma de socialización", concluye Molina.
La campaña de Sanidad incide en el papel de los padres en la prevención del abuso del alcohol que puedan cometer sus hijos. Inspirándose en una escena de la película Las horas, dirigida por Stephen Daldry e interpretada por Meryl Streep, Nicole Kidman y Julianne Moore, en la que el director inunda de agua una habitación como metáfora del desesperado intento de la protagonista de colmar su vacío, el anuncio de la campaña reproduce una habitación de un adolescente con él tumbado en la cama y el alcohol que empieza a llenar la estancia.
"El alcohol llena vacíos. Habla con tu hijo". Es el lema escogido por Sanidad para alentar una mayor comunicación entre padres e hijos y evitar así que el alcohol ocupe ese vacío.
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