Equidistancia
Tomemos nota. Zaragoza celebrará en 2008 la Expo: promoción internacional y fiesta de lujo, pero también inversiones, infraestructuras y comuncaciones que serán aprovechadas para su desarrollo como ciudad clave y a medio camino entre Madrid y Barcelona.
Ellos sí que han jugado bien el papel de la equidistancia, mientras que Valencia se pierde en polémicas estériles y ciegas con los vecinos del norte...
Valencia, para el que no se haya dado cuenta, es también equidistante entre las dos ciudades principales del Estado, y además, tiene mar. Con una -Madrid- hay autovía gratis, tendremos AVE, y nos comunicamos en castellano para hacer negocios. Con la otra -Barcelona- hay autovía de peaje, del AVE ni se habla, de la eurorregión mucho menos, y se nos dice que ni de lejos hablamos la misma lengua. Por favor, no caigamos en la trampa de los malintencionados y deseosos del hundimiento de nuestra tierra. El que tenga ojos que vea, y quien tenga oídos que oiga. Dejémonos ya de desatinos y pongamos manos a la obra. Tenemos mucho que ganar, y más aún que perder.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.