Fernando Poe, el actor más famoso de filipinas

El actor Fernando Poe, el artista más famoso del cine filipino, y que el pasado mes de mayo fracasó en su intento de alcanzar la presidencia de Filipinas, falleció el pasado 14 de diciembre en Manila después de tres días en coma a causa de una apoplejía que sufrió durante una fiesta en su domicilio de la ciudad de Quezon, en la Manila metropolitana, rodeado de amigos. El doctor Abdias Aquino, del hospital Saint Luke, confirmó que la muerte del artista, de 64 años.

Conocido como El Rey del cine de Filipinas, donde ha rodado cerca de 200 de películas en 50 años de carrera, Poe perdió las elecciones presidenciales por una diferencia de un millón de votos respecto a la actual presidenta, Gloria Macapagal Arroyo. Poe, que desciende de una familia de la isla española de Mallorca, obtuvo 11,7 millones de votos y nunca reconoció la victoria de Macapagal Arroyo. La presidenta Gloria Macapagal Arroyo se unió a los mensajes de condolencias, y calificó a Poe como "un buen hombre y un valioso adversario político".

Con Poe no sólo muere el actor más querido de Filipinas, también se marcha el líder más carismático de la oposición y delfín del ex presidente Joseph Estrada, en arresto domiciliario por varios casos de corrupción. De forma excepcional, Estrada recibió el domingo permiso del Tribunal Anticorrupción para visitar a su compañero y amigo.

Fueron sus éxitos cinematográficos los que colocaron a Poe a las puertas de la Presidencia, dejando a un lado a carismáticos políticos que vieron en el seno de la oposición cómo se desvanecía su suerte de ser el contrincante de Macapagal Arroyo en las urnas. A casi 12 millones de filipinos, los que votaron por él, poco les importó que El Rey no terminara sus estudios de secundaria, ni que careciera de experiencia política o administrativa. Sus papeles de héroe, don Juan y salvador de los más desvalidos fueron suficientes para obtener el respaldo de las clases más pobres, al tiempo que Macapagal Arroyo temía perder los comicios.

Su primer trabajo en la gran pantalla lo consiguió a los 15 años, en el filme Anak ni Parlis (El hijo de Parlis), del realizador Mario Berri; pero la gloria le llegó en 1956 con Low Waist Gang (La banda de los pantalones caídos). A partir de entonces fue directo al estrellato, y en aquellos años conoció a Estrada, otro actor con el que entabló una amistad entrañable y quien sí se alzó con la Presidencia en las elecciones de 1998. Juntos, como en las películas, denunciaron en 1963 al sindicato criminal Big Four por extorsionar dinero a los artistas; eran días de fama y gloria.

Joseph Estrada ha perdido a un amigo, pero también a un compañero político, en quien depositó su confianza con la esperanza de que su victoria electoral le permitiera lograr antes su libertad.

Muchos filipinos además de llorar la muerte de su héroe, se quedaron sin una referencia política, la de un hombre que surgió de la nada y supo atraer con su figura a grandes masas.

Pese a protagonizar numerosas películas de acción, Poe sólo murió en una ocasión a manos de sus enemigos, fue en el filme Asedillo,de 1971. Sin duda un error de cálculo, porque sus admiradores, al término de la proyección en una sala de la región de Mindanao, dispararon contra la pantalla. El actor respetó la decisión de su público y no volvió a aceptar un papel en el que debiera morir.