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Liberada una española que fue obligada a prostituirse en Grecia

Varios supuestos mafiosos le prometieron trabajo como modelo

Antonio Jiménez Barca

Una mujer de 30 años nacida en Ávila convalece en un hospital de Venecia después de haber sido secuestrada y violada en Grecia y en el barco en el que fue trasladada a Italia. Salió de Benidorm engañada por dos extranjeros, convencida de que iba a dedicarse "al negocio de la moda", según explicó ayer la policía. En Patras (Grecia) fue obligada a prostituirse. La Interpol la rescató hace pocos días en Venecia.

María de las Mercedes F. S. contactó el pasado octubre en Benidorm con dos individuos extranjeros. Éstos le aseguraron que si seguía sus instrucciones conseguirían para ella un trabajo de modelo en Grecia. María de las Mercedes se lo creyó.

Una vez en Patras (localidad griega situada a unos 200 kilómetros al oeste de Atenas), María de las Mercedes fue recibida por un ciudadano rumano llamado Iván, según detalló ayer la Dirección General de la Policía.

Este hombre la trasladó a un hostal. Allí comenzó su secuestro y su pesadilla: fue violada repetidamente, por varios individuos, y luego obligada a prostituirse.

María de las Mercedes logró ponerse en contacto con su novio, residente en Benidorm, gracias a que pudo usar un teléfono móvil. El novio de la mujer puso los hechos en conocimiento de la policía de Benidorm, que a su vez trasladó la información a la Oficina Central Nacional de Interpol, cuya sede se encuentra en la ciudad francesa de Lyon. En una de las llamadas, la mujer aseguró que se encontraba en una ciudad denominada Hayas.

Alertados por la Interpol, y tras la coordinación de varias policías nacionales, los agentes griegos concluyeron que la localidad a la que se refería la mujer era Akhaia, ubicada muy cerca de Patras.

La mujer seguía comunicándose por un teléfono móvil con su novio. Y le informó de que había salido de Grecia por mar rumbo a Italia y que se encontraba en un barco de color rojo junto a cuatro de sus secuestradores. En el viaje, fue violada por estos cuatro hombres.

Mientras tanto, Interpol- Atenas estudió las rutas y los plazos de las embarcaciones que habían salido en dirección a Italia desde Akhaia. Y localizó un barco que podía ser el que buscaban: el Parsiphae Palace, que tenía previsto atracar en Venecia a las ocho de la mañana del pasado día 5.

Detención

De esta manera, fueron alertadas las autoridades italianas. Y agentes de la Brigada de la Policía Judicial de Venecia consiguieron liberar ese día a la mujer española. La policía italiana también detuvo al ciudadano rumano Iovancio Ionescu, de 35 años, nacido en Calasari y acusado de secuestro y violación.

La mujer española se encuentra ahora en un hospital de Venecia y, según explicó ayer la Dirección General de la Policía, su estado de salud es "bueno", aunque está siendo sometida a tratamiento. Regresará a España una vez declare ante la policía italiana. La Oficina Central Nacional de Interpol-Madrid está a la espera de que la autoridad judicial cumplimente los trámites necesarios para cursar la orden de extradición de Ionescu.

El infierno vivido por María de las Mercedes en Grecia se repite con frecuencia en España, donde mafias dedicadas al tráfico ilegal de personas obligan a prostituirse a inmigrantes que llegan engañadas.

Hace menos de cuatro meses, el Cuerpo Nacional de Policía desarticuló en Lleida una red internacional de prostitución integrada por al menos una veintena de personas que obligaba a prostituirse a mujeres brasileñas que habían sido alojadas en cerca de 20 viviendas.

En Madrid, en el pasado mes de junio, la policía detuvo a los cabecillas de otro grupo mafioso que obligaba a prostituirse a un grupo de mujeres inmigrantes. Éstas malvivían en cuartos pequeños situados en el sótano de un chalé.

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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