ERC lanza guiños a las bases de CiU que rechazan el tratado europeo
Esquerra Republicana (ERC) quiere sacar rédito electoral del cambio de posición de Convergència Democràtica (CDC) respecto a la Constitución europea. El secretario general de los republicanos, Joan Puigcercós, admitió ayer que su partido pretende dar cobijo a todos aquellos militantes de la federación nacionalista críticos con sus respectivas direcciones por la decisión de apoyar, finalmente, el tratado comunitario.
Puigcercós comentó que en algunas comarcas catalanas como el Alt Empordà y en la ciudad de Barcelona han surgido "por generación espontánea" plataformas cívicas en contra de la Constitución en las que participan militantes de Esquerra y de Convergència i Unió. Para el dirigente, esta movilización no es de extrañar si se tiene en cuenta, afirmó, que Convergència ha "bajado el listón" de sus demandas sobre la oficialidad del catalán en las instituciones europeas. "Convergència se conforma con nada con tal de poder decir sí" al tratado, manifestó.
A juicio de Puigcercós, nada de lo que pidió CiU para apoyar la Constitución se ha cumplido, como por ejemplo que Cataluña sea circunscripción electoral única en las elecciones al Parlamento Europeo, y atribuyó a Esquerra el hecho de que se "reabriera el debate" sobre la posibilidad de usar el catalán en la UE.
Divergencias en CDC
La existencia de discrepancias internas en Convergència fue reconocida ayer por el secretario general de la formación, Artur Mas, quien ayer admitió que en la reunión de la ejecutiva al menos uno de sus miembros se mostró en contra de que finalmente CDC abogue por el sí en el referéndum de finales de febrero. No obstante, la mayoría de los que se habían manifestado con anterioridad contrarios al tratado optaron ayer por el silencio en la ejecutiva.
En rueda de prensa, Mas se congratuló de los significativos pasos que ha dado el Gobierno central a favor del reconocimiento institucional y lingüístico de Cataluña en los organismos comunitarios, unos éxitos que atribuyó a la posición de Convergència, y auguró que, con toda seguridad, en el consejo nacional de enero pedirá el voto favorable en el referéndum.
Por su parte, el primer secretario de los socialistas catalanes y ministro de Industria, José Montilla, aplaudió la "sabiduría" de los convergentes por su cambio de postura ya que, en su opinión, "cada vez es más difícil y hay menos argumentos para defender el no a la Constitución europea". Montilla agregó que el giro dado por los nacionalistas ha de valorarse "en su justa dimensión" e invitó a otros partidos, en referencia a Esquerra Republicana, a seguir el mismo camino. "Si lo de Convergència sirve para que haya formaciones políticas que cambien su orientación en el referéndum, bienvenido sea porque ello demostraría su sabiduría".
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