"Me quedo con la solidaridad de los campogibraltareños"
El sindicato CCOO celebra en los próximos dos días su congreso comarcal en el Campo de Gibraltar. Un congreso que va a congregar a cien delegados en uno de los mejores momentos de esta central, que ha conseguido aglutinar en los últimos años al 50% de los delegados sindicales en esta comarca gaditana. Gran parte de culpa en este logro, corresponde a Miguel Alberto Díaz, un soldador de 46 años, que tras 16 al frente de la secretaría general del sindicato en el Campo de Gibraltar, abandona la zona para dar el relevo a una mujer. Inmaculada Ortega, se convertirá el jueves en la primera mujer que lidera CCOO en el Campo de Gibraltar.
Miguel Alberto Díaz inició su actividad sindical con 17 años y tras negociar el primer convenio colectivo del metal en la provincia de Cádiz, se convirtió en todo un referente no sólo sindical, sino también social, al ocupar puestos como el de presidente de la federación de coordinadoras contra la droga, sustituyendo al hoy defensor del pueblo andaluz, José Chamizo o de vicepresidente de la asociación de ayuda al menor Márgenes y vínculos.
Curtido en mil conflictos como las protestas del sector pesquero ante la falta de acuerdo con Marruecos; el rechazo al submarino nuclear británico Tireless, o a la instalación del tendido de interconexión eléctrica entre España y Marruecos, a través de Tarifa, no han dejado a este sindicalista, tanta huella como "la solidaridad de los campogibraltareños". "En cualquier otro lugar de España es más fácil ser representante sindical porque en el Campo de Gibraltar las potencialidades contrastan con los altos niveles de desempleo", añade Díaz.
Antes de su marcha a Cádiz, para ocupar la secretaría provincial de empleo de Comisiones Obreras, Miguel Alberto Dïaz se muestra satisfecho de haber participado en la vertebración del discurso único que hoy se puede escuchar en el Campo de Gibraltar, sobre todo porque "en los últimos años, hemos conseguido romper la barrera del sonido y ya se nos escucha fuera" de la comarca, afirma. "Ahora lo importante es que nos creamos las potencialidades que tenemos y que consigamos que los discursos de los políticos se transformen en partidas presupuestarias, porque son muchas las zanahorias que nos hemos tenido que tragar en los últimos años en esta comarca", asegura Díaz.
Que su sucesora vaya a ser una mujer no es una casualidad. Miguel Alberto Díaz ha sido desde sus orígenes en la política -fue elegido concejal del PCE en 1979, aunque no llegó a jurar su cargo por tener que prestar el servicio militar- un luchador por la igualdad y la paridad y la participación de la mujer en todos los ámbitos sociales. Por ello, sueña con un Campo de Gibraltar "en el que se sigan respetando los derechos de las mujeres, se incluya a Gibraltar en las reivindicaciones de la zona y se intente seguir mejorando el medioambiente".
Díaz deja transitoriamente Algeciras, su ciudad natal, con la esperanza de que se mejoren las infraestructuras y se reduzcan la siniestralidad laboral y las cifras relacionadas con la inmigración.
El todavía secretario comarcal de Comisiones Obreras en el Campo de Gibraltar también sueña con la renovación de un nuevo acuerdo de pesca con Marruecos que permita volver a faenar a muchos de los que hoy se encuentran a pie de muelle después de haber luchado por su trabajo en 1999, año en el que el dirigente sindical fue condenado a un año de prisión por eso, por defender a los pescadores de Andalucía.
Aunque Miguel Alberto Díaz abandona su labor en el sindicato como responsable comarcal, no ha querido dejar su actividad como presidente del movimiento asociativo contra la droga, porque supone para él "un compromiso personal con quienes a diario intentan salir de ese oscuro túnel". Su papel al frente de esta lacra le llevó a recibir amenazas de muerte, cuando abanderó la acusación popular en casos de corrupción en la comisaría de policía de Algeciras.
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