Un ruso muere acuchillado a las puertas de un 'pub' de Carabanchel

En apenas cuatro horas se registraron ayer en Madrid cuatro agresiones con arma blanca. La más grave se produjo a las 4.30 y dejó tras de sí un homicidio, Maxims Artemov, de 32 años y nacionalidad rusa, que trabajaba como portero del pub Yoko, situado en la calle de Paulina Odiaga, 4, en Carabanchel.

Con esta muerte se elevan a 54 los fallecidos por muerte violenta en la región en lo que va de año.

Dos horas más tarde, dos chicos, de 18 y 19 años, fueron apuñalados en la calle del Capitán Haya (Tetuán). La policía ya ha detenido al supuesto agresor, N. M. A., español de 22 años. Y a las ocho de la mañana un hombre de 35 años resultó también herido en un bar de Móstoles al ser agredido igualmente con arma blanca.

Artemov, que estaba en situación ilegal en España, falleció tras recibir una puñalada en una pierna. El suceso se produjo a las puertas del pub donde trabajaba como portero, según los vecinos. Tres residentes en la zona admitieron ayer que oyeron los gritos de la víctima, pero no bajaron a la calle.

Un pariente del dueño del local, de nacionalidad ecuatoriana, trasladó al herido al hospital 12 de Octubre, donde no pudieron hacer nada por salvarle la vida.

El cadáver se encuentra en el Instituto Anatómico Forense a la espera de la autopsia. El grupo de Homicidios de la Policía ha iniciado la investigación.A pesar de oír los gritos de auxilio de Maxims

Artemov, los vecinos no le prestaron excesiva atención, debido a que en otras ocasiones se habían producido ruidosas peleas en el local. "Me asomé cuando vi que habían llegado varios coches de policía. Sólo entonces pensé que había ocurrido algo más grave de lo que había creído al principio. Antes de ese momento, no hice mucho caso, porque siempre la gente que va este pub hace mucho ruido", dice una de las vecinas. "Me asomé, pero dejando la persiana echada, y vi que había un gran charco de sangre en el suelo y que lo estaban limpiando", continúa.

Los vecinos describen a Maxims como un hombre amable de complexión fuerte. "¿El portero?", se preguntan extrañados, "era un buen hombre que siempre saludaba y preguntaba cómo nos iba", mantiene un residente que vive en el bloque situado enfrente del pub.

También sostiene que no es la primera vez que han ocurrido peleas en el bar. "Quizá debido a que la gente que lo frecuenta bebe bastante. Yo, incluso, oí hace un par de meses cómo desde un vehículo varias personas insultaban y amenazaban al portero", explica. La policía no avanzó ayer ninguna de las hipótesis que baraja sobre este suceso.

Los vecinos también se quejan del volumen de ruido que generan las personas que frecuentan el local. "No se puede dormir, sobre todo en verano cuando el calor impide cerrar las ventanas. Yo he tenido que poner cristales dobles y aire acondicionado", explica uno de ellos.

Una pareja que tiene un niño pequeño de tres años asegura que el niño se despierta en ocasiones debido a los gritos que llegan desde la calle. "Siempre hay follón", dice este matrimonio.

Habían transcurrido sólo dos horas desde este suceso cuando el Samur-Protección Civil recibió otra llamada, alrededor de las 6.30. En la calle del Capitán Haya, en las proximidades de Torre Europa, un individuo había apuñalado a dos chicos de 18 y 19 años. El más joven presentaba una herida en el abdomen y fue trasladado a La Paz. El de 19 años estaba herido en el tórax, también de carácter grave. Facultativos del Samur-Protección Civil le trasladaron al hospital Ramón y Cajal.

Agentes de la Policía consiguieron detener hacia las dos de la tarde al presunto agresor, un joven de 22 años y nacionalidad española, que cuenta con antecedentes penales por delitos contra el patrimonio. Le localizaron en las proximidades de su domicilio, en el distrito de Fuencarral.

Los dos jóvenes heridos iban acompañados de dos chicas cuando se entabló una discusión con el detenido. Éste sacó un arma blanca y apuñaló a los chicos. El testimonio de las dos amigas de los heridos y de otras personas que se encontraban en las inmediaciones fueron determinantes a la hora de encontrar al supuesto agresor.

La mañana no había acabado cuando se produjo el cuarto caso de apuñalamiento de la mañana. Tuvo lugar en un bar del municipio de Móstoles. El herido, un varón de 35 años, de nacionalidad española, presentaba tres heridas inciso punzantes de carácter leve: dos en el hombro y otra en el hemitórax izquierdo.

La policía se encuentra detrás de la pista del agresor, que podría ser, según fuentes de la Jefatura Superior de Policía, de nacionalidad ecuatoriana, aunque este extremo todavía se está investigando.