Paquito, 'el gallego del fado'
Su guitarra acompañó a algunos de los grandes fadistas de la historia, de Amália Rodrigues a Alfredo Marceneiro. Hace unos días falleció en Lisboa, a los 69 años, Francisco Pérez Andión, más conocido como Paquito. "El gallego del fado", como le llamaban con cariño.
La cantante Mariza, que fue su amiga y le visitaba a menudo, dice que "con la muerte de Paquito se pierde no sólo un valor para el fado sino parte de su patrimonio". Mariza había querido rendirle homenaje en su concierto de agosto en el anfiteatro Keil do Amaral, pero la salud le impidió estar presente. De niña recuerda que pasaba ante la casa de Paquito camino del colegio y se quedaba extasiada. Un palacete del siglo XVI, al pie del castillo de San Jorge, entre los barrios populares de Mouraria y Alfama, cunas del fado, donde Paquito vivía con su mujer, Maria do Céu Rocha de Carvalho Daun e Lorena, descendiente del marqués de Pombal.
Con 12 años llegó de Galicia -había nacido en Vigo, el 10 de febrero de 1935- a Lisboa donde su familia tenía dos restaurantes. En la bodega de su abuelo, la Adega Pérez, que luego heredó su padre y le cambió el nombre por el de Retiro Andaluz, el pequeño Francisco se familiarizó con ese fado que, para él, reflejaba la vida, el sentimiento. En bodegas como la familiar se reunía la gente para cantar y tocar. Con el paso del tiempo, pasaron a ser casas de fados a las que acuden turistas y se puede cenar.
Tenía 19 años cuando debutó como profesional en la Parreirinha da Alfama, una de las casas de fado más antiguas, y el 20 de agosto, en el Bacalhau do Molho, tocó en público por última vez.
Durante ocho años fue guitarrista de Amália Rodrigues y viajó y grabó discos con ella. En el Madrid de los años sesenta, conoció a la Niña de los Peines, Fosforito, Camarón... -"en el Corral de la Morería ni me cobraban", le gustaba recordar-. "Era amigo de Serranito y Paco de Lucía, un chaval. Íbamos a Los Canasteros con Manolo Caracol. Yo inauguré el Fado, frecuentado por la mejor sociedad española. Cayetana de Alba iba mucho".
Paquito acompañó a cantantes históricas como Maria Amélia Proença, pero también a voces de la nueva generación como Mafalda Arnauth o la propia Mariza. Trabajó con Alberto Ribeiro, Berta Cardoso, Fernando Maurício, Celeste Rodrigues -hermana de Amália-, Fernando Farinha o Camané. Y tocó junto a varios de los destacados de la guitarra portuguesa: Jaime Santos, José Fontes Rocha, Pedro Caldeira Cabral...
En la colección de 17 disco-libros dedicada a los cien años del fado, que editó el diario Público, el tercer volumen, tributo a la guitarra portuguesa, muestra a Paquito con Ricardo Rocha. "Esa pareja no tenía igual. A veces yo paraba de cantar para escucharles", dice Helder Moutinho. Mariza asegura que, por su forma innovadora de tocar, Paquito ha influido en las últimas generaciones. Siempre impecablemente vestido. "La ropa era su única vanidad", contó el jueves la que fue su esposa. Y no se perdía un partido de su Real Madrid. Está enterrado en Lisboa, en el cementerio dos Prazeres.-
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