La policía descarta el móvil económico en el doble crimen del Putxet
La policía considera que el doble crimen cometido en el aparcamiento del barrio del Putxet de Barcelona en enero de 2003 no tuvo un móvil económico, en contra del criterio que sostiene la fiscalía. José Pérez, jefe de la Brigada de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía de Cataluña, declaró ayer en la segunda sesión del juicio con jurado que se celebra en la Audiencia de Barcelona, y recordó que esa afirmación se basa en la forma en cómo fueron asesinadas las dos mujeres.
En su opinión, no cuadra el doble crimen con un móvil económico porque a las víctimas se les tapó la cabeza con una bolsa de basura, se empleó un martillo de grandes dimensiones y un cuchillo para asesinarlas y el agresor abandonó junto a un cadáver el anillo de la víctima y tampoco se llevó consigo otras joyas. La tesis de la fiscalía, recogida en su escrito de acusación, es que Pérez Rangel atravesaba dificultades económicas porque había solicitado el finiquito en la empresa en la que trabajaba y que tras matar a las mujeres obró "con ánimo de enriquecerse económicamente" y por eso les sustrajo el bolso a las dos víctimas. En uno de los casos, logró incluso extraer dinero con una tarjeta de crédito.
José Pérez explicó también que cuando le correspondió investigar los crímenes tuvo claro desde el primer momento que los había cometido la misma persona y que existía la posibilidad de que hubiese una tercera muerte. El jefe policial también admitió que se siguió la pista de otro sospechoso que resultó ser falsa y de que tras la detención de Pérez Rangel no tenía ninguna duda de que se trataba del autor del doble asesinato. "¿En qué basaba esa firme convicción?", se le preguntó al testigo. "En 22 años de experiencia", respondió el policía. quien recordó que, tras ser arrestado, el joven se mostró "totalmente frío" y se limitó a pedir un abogado.
La letrada que lo atendió entonces, Ester Omella, le recordó a su cliente el derecho de todo detenido de negarse a declarar, como así ocurrió, y eso provocó entonces un profundo malestar en la policía.
