El problema de Marbella
Soy un vecino de Fuengirola indignado por los acontecimientos que se están produciendo en la Costa del Sol. Ha llegado el momento en que todas las instituciones tienen que involucrarse y erradicar el problema de raíz. Ésto no es sólo un asunto policial. Las administraciones locales tienen parte de responsabilidad en lo que concierne al tema urbanístico: estos grupos criminales acuden allí donde las políticas urbanísticas son más anárquicas, y no hay que olvidar que es en operaciones inmobiliarias donde estos mafiosos blanquean el dinero de sus delitos: tráfico de drogas, inmigración ilegal, prostitución. Al mismo tiempo, quiero confiar en la efectividad de las nuevas medidas que el Ministerio de Hacienda prepara contra el fraude, necesarias para controlar algunas empresas cuyos beneficios tienen un origen un tanto dudoso.
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