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VALENCIA | FÚTBOL | Liga de Campeones

Los presagios de Ranieri

Seis meses después de firmar su mejor temporada -campeón de la Liga española y de la Copa de la UEFA-, el Valencia mastica una situación crítica, una de ésas que disparan la incertidumbre y abren los interrogantes. ¿Qué consecuencias tendrá en el rendimiento deportivo la eliminación de la Liga de Campeones? ¿Será capaz Claudio Ranieri de enderezar el rumbo de un equipo sin un estilo definido? ¿Cuánta cuerda le queda a una plantilla que llevaba desde 1999 en la cúspide europea y que desde entonces suma dos Ligas, una Copa del Rey y otra de la UEFA, además de haber disputado dos finales de la Champions?

Eliminado también de la actual Copa del Rey, la depresión del Valencia se produce en un momento en el que nadie discute la autoridad de su nuevo presidente, Juan Soler, el máximo accionista del club. Y éste no es un detalle baladí en una entidad inmersa durante el último decenio en un sinfín de enfrentamientos entre accionistas, dirigentes y aspirantes a su control. Precisamente cuando el sosiego preside el área social, el conjunto desentona en medio del recelo que despierta el italiano Ranieri, el sustituto en el banquillo del mejor entrenador que, por sus títulos, ha pasado por el Valencia, Rafa Benítez, a quien ahora, cuando también triunfa en el Liverpool, se echa de menos.

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Aunque nada hacía presagiar hace seis meses semejante descalabro, Ranieri, quizá para curarse en salud, ya advirtió durante la pretemporada que su nueva etapa sería complicada: "Los rivales van a tirar a matar. Cuando llegué, en 1999, el Valencia era un equipo de la media tabla. Todo el mundo nos atacaba. Yo tenía jugadores que iban a la contra como nadie, como Piojo López o Illie. Ahora nos van a esperar. Por eso necesito jugadores que sepan manejar el balón y abran las defensas".

Los presagios de Ranieri se han cumplido. La vergonzosa derrota sufrida ante el Werder ha disparado las alarmas en un cuadro que mantiene a duras penas en la Liga sus opciones de revalidar el título: es cuarto, a diez puntos del Barcelona. Un cuadro que aspiraba a finalizar 2004 como el primero del mundo para la Federación Internacional de Historia y Estadística. Todo apunta, sin embargo, a que el Valencia está ante el final de una gran andadura.

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