La CDU de Merkel
La Unión Demócrata Cristiana alemana (CDU) ha confirmado a Angela Merkel en un liderazgo ya indiscutido de cara a las elecciones federales de 2006. En su Congreso en Düsseldorf, los conservadores alemanes tenían que demostrar que las luchas internas de los dos pasados años no han quebrado la unidad del partido y que cuentan con una alternativa verosímil a la política del Gobierno de socialdemócratas (SPD) y verdes. El primer objetivo se ha cumplido. Con el 88% de los votos queda claro que Merkel está al mando y que aquellos que lo dudaban han de plegarse ante esta evidencia. Que no igualara el 92% de aprobación de hace dos años, cuando tras la derrota electoral no había habido aún debate interno, no resta solvencia a su resultado y a su autoridad. Merkel y los demás oradores evitaron hablar sobre la candidatura a la cancillería. A más de dieciocho meses de los comicios resultaría prematuro y peligroso. Pero es difícil pensar que se pueda gestar una opción distinta a la suya.
En cuanto a su programa, Merkel reivindicó una vez más la imperiosa necesidad de unas reformas liberalizadoras enérgicas, que, según dijo, el actual Gobierno rojiverde ha demostrado ser incapaz de aplicar. "Lo haremos todo básicamente de otra forma para que sea básicamente mejor", dijo. Los cambios legislativos profundos son imprescindibles para que Alemania "sea el motor y no el enfermo de Europa", añadió. El discurso de Merkel reveló también que en la ofensiva conservadora que anuncia serán caballos de batalla la defensa de los valores tradicionales, la familia y la responsabilidad individual a la cabeza, pero también el patriotismo y el firme rechazo del "proyecto fallido" de la sociedad multicultural.
La CDU defenderá una política de integración exigente con la inmigración. Y en otro guiño al estado de ánimo del electorado se quiere erigir en adalid de un "patriotismo alemán" al que el canciller Gerhard Schröder recurre cada vez más. "Quiero", dijo Merkel, "que los intereses de Alemania vuelvan a ser atendidos y respetados. Reivindico mi compromiso con Alemania". Merkel habló mucho de Alemania y poco de Europa. En las próximas elecciones, patriotismo y defensa de los intereses nacionales serán cuestiones prioritarias para los grandes partidos, CDU y SPD. Puede que esto inquiete a algunos socios europeos, pero todo indica que parece ser el signo de los tiempos.
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