Los problemas del panorama escolar
Hasta mediados de los noventa, la educación infantil madrileña "era un punto de referencia en toda España", según Carmen Ferrera, portavoz de directores de escuelas infantiles, con más de 30 años de experiencia. Los padres siguen prefiriendo, en general, las escuelas infantiles de la red pública, sin embargo, según Ferrera, la oferta es cada vez peor:
- Falta de plazas. Las cifras sobre el número de solicitudes que la red pública no ha podido atender bailan entre la Consejería de Educación, que da 15.000, y oposición y sindicatos, que lo acercan a 30.000. Lo mismo ocurre con el porcentaje de niños hasta tres años escolarizados en Madrid. La Administración habla del 20%, objetivo marcado por la UE, mientras Ferrero afirma que, como mucho, es del 12%.
- 15.000 becas. La consejería completa su oferta de 21.500 plazas en la red pública con 15.000 becas (18 millones de euros) para subvencionar a los padres que tengan que llevar a sus hijos a guarderías privadas (el curso pasado fueron 9.000 becas). El contrasentido que existe ahora mismo es que para optar a esta beca hay que matricular previamente al niño en una guardería privada, que cuesta entre 300 y 600 euros mensuales. ¿Cómo va a acceder a una beca una familia que puede desembolsar ese dinero al mes? El consejero de Educación, Luis Peral, admite el contrasentido y anuncia que el año que viene intentarán que la convocatoria se ponga en marcha algunos meses antes para que las familias pudieran cobrar la ayuda dentro del primer trimestre. Las becas pueden llegar hasta los 120 euros mensuales.
- Las casas de niños. Esta otra opción de educación infantil nació para las zonas rurales, con un alumnado diseminado y heterogéneo. Allí, las madres llevaban a sus hijos cuatro horas al día y, mientras los pequeños recibían clases, ellas aprendían un oficio. Hoy esta opción se ha integrado en las zonas urbanas.Las madres ya no tienen cursos y se han convertido en "escuelas infantiles baratas", según Ferrero. Un tercio de la red pública, aproximadamente, se compone de casas de niños, asegura, "y la oferta no es en absoluto equiparable", si el resto de las escuelas abren entre las 7.00 y las 17.00.
- Falta de financiación. El otro punto crítico, según Ferrera, es la insuficiente financiación. "Se quiere dar un servicio para el que no hay recursos", asegura, en referencia, entre otros, a los horarios de 10 horas de apertura. Mientras un módulo (clase) de guarderías gestionadas directamente por la Comunidad recibe una financiación anual "de 78.000 euros", los del Ayuntamiento y las privadas de gestión indirecta "reciben 54.000". "Los consistorios pueden completar la financiación, pero las privadas lo que hacen es bajar la calidad del servicio", se queja. Por su parte, Luis Peral asegura que la Comunidad está haciendo un gran esfuerzo económico: "Cada plaza pública nos cuesta alrededor de 6.000 euros por alumno y año, precisamente ésa es una de las razones que aconsejan que demos entrada a la iniciativa social
- Falta de supervisión. Desde 1995, tras la transferencia de competencias educativas a la Comunidad de Madrid, "la supervisión pasó a ser casi inexistente y , además, no está preparada para la etapa de hasta tres años", asegura Ferrero. " Yo tengo la mayor confianza en los funcionarios públicos que realizan estos controles y, desde luego, no puedo admitir ese tipo de imputaciones", responde Peral.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.