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Entrevista:FRANCESC NARVÁEZ | Concejal responsable de la limpieza de Barcelona

"En zonas de actividad lúdica el orín humano es un problema"

Francesc Narváez es el concejal del distrito de Sant Martí, el más conocido por los vecinos, de acuerdo con las encuestas. Junto a ese aspecto halagador, una espinita: su otra actividad, la limpieza de la ciudad, es la menos valorada por los ciudadanos.

Pregunta. La última encuesta señala que para los barceloneses el primer problema es la suciedad.

Respuesta. En la encuesta los ciudadanos nos dicen dos cosas. Una, que la limpieza es mejorable. Y dos, que no se trata sólo de un problema de infraestructura, sino que es un problema de civismo. Hemos reestructurado los servicios para garantizar una mayor presencia de infraestructuras de limpieza en los lugares en los que se ponía más de manifiesto que había suciedad, por un crecimiento muy rápido de la actividad. En Barcelona tenemos ese problema, que en realidad es una virtud que genera un problema.

"No empezaremos por las multas. Primero información, pedagogía y al final, la disciplina"
"Los ciudadanos nos dicen que la limpieza es mejorable y que hay un problema de civismo"

P. ¿El crecimiento de la actividad económica?

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R. Efectivamente. Y quizá nosotros, como responsables, no hemos estado suficientemente atentos a ese crecimiento. Hay maneras distintas de acometer la situación. En primer lugar, sin duda, mejorando los servicios. Pero no sólo eso. Hemos iniciado un proceso: primero, una campaña de civismo porque ya habíamos descubierto parte del problema. En estos momentos 75 promotores cívicos están trabajando sobre las indisciplinas, que son las que hacen que la mayoría de ciudadanos tenga una percepción de que la limpieza no es correcta.

P. ¿En toda la ciudad?

R. La indisciplina se produce a unas horas en que la ciudad está muy activa, y en el sector de Ciutat Vella y una parte importante del Eixample. Esta sería la parte más vistosa. Ahí planteamos la mejora a través de una mayor presencia del agua en las calles. En el Gòtic y en el Raval: estamos aumentando en un 50% el esfuerzo del baldeo en las partes más utilizadas, aquellas en las que muchas veces el asunto del baldeo soluciona los problemas de los incívicos que se mean en la esquina, el líquido del botellón o de la lata... Pero también hemos incrementado de uno a cuatro equipos de limpieza específica del asunto de los orines.

P. ¿Para toda Barcelona?

R. Sí.

P. Teniendo en cuenta que hay 250.000 perros, que son 100.000 litros de orines al día...

R. Hombre, llegar a todo es imposible, pero los lugares en los que el orín de perro ocasiona problemas de olor son muy concretos, no es la ciudad entera. En cambio, hay puntos, como Ciutat Vella, Gràcia, Poblenou, donde se concentra la actividad lúdica y el orín humano es un problema. Ahí es donde estos cuatro equipos van a trabajar de forma más intensa.

P. Es decir, que el problema deriva de la actividad económica y el incivismo.

R. Eso es una parte. La otra es que la inmensa mayoría de calles están limpias, no hay cosas por medio. Pero levantas la vista y da la sensación de suciedad porque las fachadas están llenas de pintadas. Hemos organizado 12 equipos. Empezarán coincidiendo con la Operación Navidad. Trabajarán intensamente en toda la ciudad, pero específicamente allá donde el impacto es superior. Estamos hablando prácticamente de los mismos sectores, en los que se concentra una parte importante de la ciudad: el mayor uso origina más suciedad, el incivismo provoca una mayor crítica a la limpieza.

P. ¿Habrá multas?

R. Hemos escalonado la campaña de civismo. No empezaremos por las multas. Primero información, segundo una demanda de buen comportamiento, luego una acción pedagógica y finalmente disciplina.

P. ¿Tiene la sensación de que cuanto más se invierte en limpieza más se queja la gente?

R. No. Es más correcto decir que cada vez somos más exigentes.

P. Las obras tienen fecha, ¿se atreve a poner fecha a una ciudad aceptablemente limpia?

R. Es difícil, porque ¿qué significa eso? La limpieza depende de la intensidad de uso. ¿Cuántas horas puede mantenerse el Portal de l'Àngel en condiciones? Eso significa que acabamos limpiando cuatro veces al día, porque la intensidad de uso es tan brutal que lo requiere. Si la intensidad es pequeña, a lo mejor limpiamos cinco veces a la semana y es suficiente. De lo que sí estoy convencido es de que si no se produjera la presencia de voluminosos en la vía pública, la percepción de la mayoría de los ciudadanos variaría mucho. La sensación de suciedad no la causa el papel, la genera la caja de cartón, el sofá abandonado, el colchón dejado en cualquier sitio, la pintada y la gente orinando. Esos son los elementos que hacen que la inmensa mayoría de ciudadanos sientan que la ciudad no está suficientemente limpia.

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