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Reportaje:

De la clandestinidad a la represión política

Un libro repasa la historia de las Comisiones Obreras de Andalucía desde su fundación en 1962

Ginés Donaire

"Levanta obrero de España, / tu libertad próxima está, / despierta campesino bravo, / los dos forjemos la unidad". Así empieza el himno de Comisiones Obreras que compusieron en la cárcel de Sevilla dos históricos: Eduardo Saborido y José Ávila. El sindicato había nacido como tal en Andalucía en 1962, pero apenas cinco años después, tras el éxito obtenido en las elecciones de los principales centros industriales, fue declarado ilegal y sus dirigentes empezaron a sufrir la represión del régimen franquista.

Se calcula que entre 1967 y 1969 se produjeron unos 400 detenidos y represaliados en Andalucía, entre ellos Saborido, que fue detenido el 25 de enero de 1967, la misma tarde en la que unos 3.000 trabajadores sevillanos, principalmente metalúrgicos, se concentraron en Morería y sus calles adyacentes.

Una huelga costó la vida en Granada en 1970 a tres albañiles, sindicalistas de CC OO
Entre 1967 y 1969 hubo 400 detenidos y represaliados en Andalucía

La represión de la dictadura franquista hacia el movimiento obrero y sindical es uno de los pasajes más apasionantes del libro La conquista de la libertad. Historia de las Comisiones Obreras de Andalucía (1962-2000). La publicación, patrocinada por Unicaja, ha sido el resultado de más de tres años de investigación al frente de la cual ha estado el profesor Alfonso Martínez Foronda, ex secretario provincial de CC OO en Jaén. Él se encarga de la coordinación de la obra y es el autor de la primera parte, la que recorre la etapa comprendida entre el origen de las comisiones obreras hasta la constitución del sindicato.

El libro se completa con otros tres apartados: la implantación y consolidación del sindicato, por Encarnación Lemus López, de la Universidad de Huelva; la política de concertación social, por Antonio Barragán, de la Universidad de Córdoba; y la acción sindical, por Ángeles González Fernández, de la Universidad de Sevilla.

Los primeros actos reivindicativos del movimiento obrero empezaron a darse en los años cincuenta en el Marco de Jerez, una comarca marcadamente latifundista que presentaba una serie de características económicas y sociológicas que la hacían singular en España. La especificidad de la mano de obra y del mercado laboral, de una parte, y la tradición anarcosindicalista en determinados pueblos del Marco, por otra, marcarán el conflicto y su tipología. Surgieron las primeras huelgas en el campo en Sanlúcar de Barrameda con prácticas muy clandestinas. "Esas huelgas lograron los mayores salarios en el sector de la vid de España porque la gente iba en bloque", indica Martínez Foronda.

Sin embargo, la aparición oficial del sindicato se produjo en 1962 y el germen fue la empresa aeronáutica Hispana Aviación, de Sevilla, donde trabajaban algunos dirigentes que más tarde compondrían el núcleo duro del sindicato, como Fernando Saborido o Fernando Soto.

En las Comisiones Obreras se agruparon inicialmente católicos de la HOAC y los militantes comunistas. Precisamente, la sospecha de que el sindicato tenía un perfil filocomunista llevó al Tribunal Supremo a declarar su ilegalidad en 1967. Prueba de la animadversión que el sindicato suscitó en el régimen franquista es que de los 5.000 casos anuales que veía el Tribunal de Orden Público, cerca de 4.500 correspondían a dirigentes de Comisiones Obreras. "La brigada política de Andalucía sostenía que la única organización que podía poner en peligro al régimen era CC OO, por ser la única capaz de movilizar a los trabajadores", agrega el coordinador de la investigación.

El que ha sido secretario general de Comisiones Obreras en Andalucía hasta la semana pasada, Julio Ruiz, asegura que este libro es "una reclamación para el reconocimiento del papel jugado por CC OO-A en defensa de la libertad, los valores democráticos y la justicia social". Ruiz subraya que Andalucía "fue protagonista principal de aquella lucha contra la dictadura opresora y CC OO abanderó en muchas ocasiones aquellas ansias de libertad y escribió páginas de heroica lucha con grandes costos hasta en vidas humanas".

El ex secretario general de la organización recuerda en ese sentido la huelga de la construcción de Granada de 1970 que costó la vida a tres albañiles, sindicalistas de CC OO, por disparos de la policía. "La memoria no es viento; / si fue la luz de la herencia de la muerte / y en la rosa del tiempo vive / la dignidad de los ausentes", fueron los versos que el poeta Luis García Montero escribió en homenaje a los tres sindicalistas fallecidos.

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