_
_
_
_
_

EE UU admite que las fuerzas locales no pueden asegurar el proceso electoral

La razón por la que el despliegue estadounidense en Irak alcanzará en las próximas semanas el número récord de 150.000 soldados es porque el nuevo Ejército iraquí es incapaz de garantizar la seguridad en el país, ha admitido el general John Abizaid, responsable del Mando Central, en una conferencia sobre asuntos de seguridad celebrada en Bahrein.

El Pentágono confiaba en que, a estas alturas, "íbamos a tener una combinación de incremento de tropas que descansara sobre todo en los soldados iraquíes", es decir, que la mayor parte de las tareas de control y estabilidad habrían sido asumidas por las Fuerzas Armadas de Irak. Pero la realidad es otra. "Aunque su Ejército ha crecido, necesita más entrenamiento, más experiencia; por eso tenemos que tener más tropas de EE UU", según contó Abizaid a los periodistas presentes en la conferencia.

Más información
La insurgencia iraquí abre fuego contra dos autobuses y mata a 17 civiles cerca de Tikrit

El despliegue norteamericano consiste ahora en 138.000 soldados. De acuerdo con las previsiones del Pentágono, en las próximas cinco semanas ese número aumentará hasta los 150.000 -por la llegada de nuevas tropas y por la extensión del servicio de 10.000 soldados y marines que ya están en Irak y que deberían volver en enero- para coincidir con la recta final de la preparación de las elecciones, previstas para el 30 de enero. "Así garantizaremos mejor la seguridad", confía Abizaid, que admite que las elecciones "no van a ser perfectas, pero es importante que se celebren".

Los cálculos de la Casa Blanca sobre el Ejército iraquí se han visto defraudados por la realidad de manera constante. Los números de policías y soldados reclutados y listos para el servicio han sido exagerados reiteradamente por el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, y por el propio presidente Bush, que dijo hace tres meses, en la campaña electoral, que a 31 de diciembre habría un Ejército y una policía iraquíes de 125.000 miembros. Abizaid prefirió no dar números en su intervención y se limitó a decir que esas fuerzas "mejoran constantemente", aunque necesitan más mandos y mejores equipamientos. El general no hizo ningún comentario sobre las dificultades que estas fuerzas han tenido para coordinarse con las tropas norteamericanas en operaciones de combate como las de Faluya.

Abizaid llamó también la atención a dos de los países vecinos de Irak, Siria e Irán, para reforzar la vigilancia de las fronteras e impedir el paso de grupos de insurgentes. "Es importante que todo el mundo entienda que la estabilidad de Irak depende tanto de sus habitantes como de los países vecinos; si estos países permiten que actúen desde su territorio grupos que están en contra de la estabilidad de Irak, la situación será muy difícil". En el aspecto del control fronterizo, el general fue optimista y dijo que la situación "es mejor ahora que hace un mes".

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_