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Reportaje:

Un aula sin vergüenza

El Aula Carles Pons de la Universidad Jaume I organiza cursos de teatro para alumnos aficionados

María Fabra

El aula de teatro de la Universidad Jaume I de Castellón tiene más años que la propia institución. El Colegio Universitario de Castellón (CUC), que fue el germen de la universidad, ya contaba con un aula que, además, tuvo un profesor de excepción, el actor Carles Pons, que hoy, una vez fallecido, da nombre a la nueva aula de la Jaume I. Este año, los actores han estrenado espacio. Tras 12 años ubicados de forma provisional, el nuevo campus de Riu Sec y el equipo rectoral han posibilitado su traslado a un lugar definitivo. Ahora presentan montajes propios y están a la espera de conocer el resultado tras participar en el XXII concurso de teatro Villa de Mislata, al que acudieron con la obra Terror i miseria, basada en textos de Bertolt Brecht traducidos por una profesora de la universidad.

Las posibilidades de estos actores de realizar una representación son muchas, ya que el aula es requerida por otros servicios de la universidad cuando se organiza algún evento, o incluso para actos ajenos a la misma. La última ocasión fue durante la celebración del congreso de médicos de urgencias que requirieron la intervención de los actores para representar una situación ficticia.

Los motivos por los que universitarios y no universitarios acuden al aula de teatro son variados. Según explica su coordinador, Antoni Valesa, la mayoría son aficionados pero otros acuden para perder la vergüenza y aprender a hablar en público. "Nuestro objetivo no es hacer actores profesionales, sino fomentar la vinculación con el teatro, desarrollar la imaginación y disfrutar con este arte", indica Valesa. Aún así, apunta que "de un buen dominio de la interpretación puede surgir una buena exposición, por ejemplo, en el caso de un abogado durante un juicio". "El teatro, transversalmente, incide en muchos campos de la vida". Sin embargo, el aula sí ha dado actores profesionales como Pablo Molinero, que se encuentra en la compañía de Sol Picó, o Pura Bou, que trabaja con Dagoll Dagom. No existen grandes diferencias en la procedencia de los alumnos. Tanto los matriculados en Humanidades como los estudiantes de carreras técnicas aprovechan esta oferta de una manera homogénea.

Curiosamente, también la universidad de mayores ha supuesto un incremento en la demanda hasta el punto de que el aula ha tenido que restringir el acceso para no saturar las clases. El aula de teatro Carles Pons tiene también la vertiente de la difusión. Es la propia universidad la que organiza una muestra anual, denominada Reclam, que ha cumplido ya su décimosegunda edición y que consigue llevar el teatro a más de una decena de municipios. Para iniciarse, perder la vergüenza, dar alas a una afición o interpretar el papel que cada uno juega en la vida. Sea cual sea el motivo.

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