Un corredor fluvial verde
El río Segura lava su imagen con la restauración de sus señas ribereñas a lo largo de 49 kilómetros de cauce
El denostado cauce del río Segura, por mor de sus elevados niveles de contaminación, lavará su imagen en los próximos años merced a un ambicioso proyecto de restauración medioambiental, impulsado por la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) y el Gobierno valenciano. La iniciativa persigue recuperar la primitiva y pastoril postal ribereña del río a lo largo de 49 kilómetros de su cuenca baja. La propuesta, denominada Corredor Verde del Segura, prevé una inversión global de 22 millones de euros, para restaurar un total de 850 hectáreas de bosque mediterráneo de ambiente fluvial. Los primeros trabajos -un parque de ribera y un bosque de galería en la desembocadura, en el térmimo Guardamar- se licitarán a mediados del próximo mes de enero.
El proyecto Corredor Verde del Segura surgió en 2002 en un intento de la CHS de invertir la negativa y negra imagen del río, hasta cuyo lecho llegan regueros y regueros de vertidos contaminantes de las industrias radicadas a lo largo del cauce. Las actuaciones aumentarán el activo paisajístico de la comarca de la Vega Baja, y especialmente el de los 11 municipios situados en las dos riberas del río, entre Elche y Torrevieja, con una población cercana al millón de personas.
El coordinador de los trabajos, elaborados por un equipo multidisciplinar de Valencia, ha sido Julio Muñoz, jefe del departamento de Explotación de la Confederación. En el plan para remozar la ribera del río también se implicó la Generalitat, a través de la entonces Consejería de Medio Ambiente. La Administración autonómica aportará el 30% del coste de las obras, mientras que el 70% restante correrá a cargo de la CHS.
El resultado final de los trabajos será la creación de 49 kilómetros de cauces nuevos con vegetación de ribera. La magnitud de la intervención es manifiesta si se compara con los 36 kilómetros de cauce existente o con los 45 kilómetros que tenía el río antes de su encauzamiento.
El conjunto de actuaciones afectará a un total de 850 hectáreas, la mayor extensión de bosque asociada a la cuenca baja del río de todos los que desembocan en el Mediterráneo, según los impulsores del proyecto.
El Corredor Verde también persigue crear una superficie pública de suelo de protección y regeneración medioambiental conectada con espacios naturales de reconocido valor ecológico. El plan director del Corredor Verde del Segura ha dividido las actuaciones en cuatro tramos: Las Norias-Orihuela; Orihuela-Azud de Alfeitami; Azud de Alfetaimi- Rojales; y Rojales-Desembocadura, en Guardamar.
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