¡Llévense bien!

Según el proyecto de ley del divorcio, el juez valorará la relación entre los padres para otorgar la custodia compartida. Ahora resulta que para corresponsabilizarse de los hijos hay que llevarse bien. Es obvio que si una pareja se separa es porque están en desacuerdo en muchas cosas. Si abominamos del pensamiento único y creemos que la diversidad de las opciones no hace sino enriquecernos como personas, ¿por qué ese empeño entonces en que para el desarrollo de la personalidad de nuestros hijos es necesario que sus padres se lleven bien?

Una vez más la subjetividad del juez primará sobre la objetividad que debiera presidir los asuntos de la justicia. ¿No será que de la otra forma, es decir, otorgando en exclusiva la custodia a uno solo de los padres (la madre en casi el 100% de los casos), garantizamos un estado de guerra familiar permanente, desde luego nada saludable para un menor que se ve entre dos fuegos?

Y es que a nadie le gusta que le priven de sus derechos... Porque yo antes de separarme compartía la custodia de mis hijos con mi pareja, ¿o no?