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Reportaje:GESTIÓN Y FORMACIÓN

Por la profesión al voluntariado

La acción social adquiere nuevas formas. Riu paga un sueldo de por vida a un empleado con un proyecto en Níger

La acción social de las empresas españolas se diversifica y adopta nuevas formas. Una de ellas es el voluntariado corporativo. Las empresas apoyan la participación de sus empleados en proyectos de desarrollo en los que aportan su talento y profesionalidad. Algunas, incluso, les pagan por ello. Codespa, una ONG dedicada al desarrollo, promueve estos nuevos cauces de intervención social y reconoce en sus premios varias de estas iniciativas.

La Fundación Codespa reconoce desde hace ocho años a las empresas españolas que se esfuerzan en este terreno

Josep Campaner es empleado de la Cadena Riu Hoteles, tiene 56 años y lleva cuatro trabajando en Biffa, una región de Níger. Conoció la región más depauperada del país africano hace nueve años y le impresionó tanto lo que vio allí que decidió dedicarse a intentar mejorar las condiciones de vida allí. Lo que vio eran niños enfermos de noma, una enfermedad que produce la falta de alimentación y de limpieza y que ataca a las partes blandas de la cara produciendo una terrible deformidad.

Años después hizo realidad su idea. Era el año 2000 y Campaner era recepcionista en un hotel balear de Riu. Solicitó una excedencia para trasladarse a África. La empresa no sólo se la concedió, sino que se comprometió a mantenerle el sueldo de por vida.

Gracias en parte a ese gesto, Campaner creo una fundación que lleva su nombre para luchar contra el noma. La organización, en la que colaboran también su mujer y uno de sus hijos, da hoy cobijo a medio centenar de niños enfermos que han sido desahuciados por sus padres. Sosteniendo su empeño, Campaner deja constancia amarga de que "cada día en África gano la batalla que perdí hace muchos años", cuando murió un hijo de cinco años.

El empleado de Riu ha ganado el primer premio al voluntario corporativo de la Fundación Codespa, entregado el pasado jueves en Madrid. Los otros dos nominados eran Juan Antonio Almeida, de BNP Paribas, y un colectivo de Telefónica de España. Gracias a este tipo de experiencias, "los empleados mejoran la imagen de su empresa, se refuerza la motivación, etcétera", explica Javier Martín Cavanna, director de Codespa.

Esta fundación reconoce desde hace ocho años a las empresas españolas que más se esfuerzan por fomentar el voluntariado. Entre las seleccionadas este año, con un accésit, está Carrefour por una iniciativa de comercio justo. Teresa Galera trasladó el verano pasado su despacho en la sede madrileña de la compañía a la planicie andina de Ecuador. Instalada a 3.670 metros de altitud, en la población de Salinas de Guaranda ("porque hay dos Salinas diferentes", precisa), Galera se puso manos a la obra para organizar y centralizar bajo la recién acuñada marca de El Salinerito un grupo variopinto de productos que hasta ese momento se comercializaban de forma desordenada: balones, hongos secos, quesos...

"Siempre he querido hacer un voluntariado, pero nunca he podido trabajar en nada relacionado con la ayuda humanitaria por mi forma de ser", explica Galera, jefa de área en Carrefour. En cambio, el proyecto que acometió "encaja perfectamente en mi perfil laboral y en mi forma de ser", dice Galera, que se ocupa en Carrefour de la imagen y el marketing de los productos.

Codespa seleccionó a Galera y a su compañera Esther Cruz entre los empleados de Carrefour que quisieron participar en el proyecto. La multinacional pagó el viaje y la estancia a una docena de trabajadores que en sus vacaciones de verano participaron en iniciativas similares en Honduras, Nicaragua y Ecuador.

En las tres semanas en Salinas, Teresa y Esther diseñaron un departamento comercial. Teresa, de 32 años, recuerda el funcionamiento de las pequeñas empresas con las que trabajó, "cosas básicas como llevar un cuadro de control de ventas no tienen", dice, "y cuando les piden marcos, sirven manteles". El proyecto aún no se ha hecho realidad, si bien Teresa sigue pendiente de ello: "Tienes la sensación, cuando te vuelves después de tres semanas, que no es suficiente tiempo", añade.

El modelo de acción social de Carrefour es un camino que algunas empresas han comenzado a seguir, aún de forma marginal, y que se ha implantado con éxito en multinacionales donde algunos de sus ejecutivos pasan meses aplicando su talento a proyectos de desarrollo. Organizaciones como Voluntary Services Overseas (VSO, http://www.vso.org.uk) promueve este tipo de colaboración.

Codespa, una ONG que se dedica al desarrollo desde hace 20 años, trata de promover poco a poco el voluntariado entre las empresas españolas. "Los empleados lo valoran más porque ven que es una forma de aplicar su talento en el voluntariado", explica Javier Martín Cavanna.

El caso de Carrefour, explica el director de Codespa, es una experiencia limitada, pero muy significativa: "Las empresas deben darse cuenta de que lo que más pueden aportar en la acción social es su talento". En el mundo actual ni siquiera se trata de proporcionar una caña en lugar de un pescado a quienes viven en la pobreza, sino que "lo que hace falta es enseñar a vender el pescado, porque de nada sirve proporcionarles los medios, darles formación y créditos si se les cierran los mercados", concluye. De momento varias propuestas de empresas que quieren seguir el ejemplo de la cadena de supermercados están sobre su mesa.

Una voluntaria de la fundación creada por un empleado de Riu en Níger.
Una voluntaria de la fundación creada por un empleado de Riu en Níger.

Premio a la empresa voluntaria

La Fundación Codespa entregó el jueves su octavo premio a la empresa solidaria. La fundación reconoció al Grupo Santander con su premio por la colaboración realizada con 368 universidades y centros de enseñanza iberoamericanos, un proyecto que ha supuesto una inversión en educación de 128,7 millones de euros entre el año 1997 y 2003.

Entre las nominadas se encontraban además la cadena de distribución Alcampo y la empresa turística Sol Meliá.

La Fundación Codespa lleva 20 años trabajando en países en vías de desarrollo. Javier Martín Cavanna, director de la fundación explica que "el eje de actuación es muy empresarial, se trata de generar oportunidades en esos países para que puedan crear empresas, obtener créditos, etcétera".

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