La televisión de Bush
Por primera vez en sus ocho años de historia, Fox News, la cadena informativa de cable del grupo Fox, logró el 31 de agosto más audiencia en la cobertura de un acontecimiento que toda su competencia. En la segunda jornada de la Convención republicana de Nueva York, la noche en la que intervinieron Laura Bush y el gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, Fox News ganó en espectadores a la NBC, la CBS y la ABC. Y en la noche electoral, de nuevo Fox se puso a la cabeza en el seguimiento del resultado. Según el Centro de Investigación Pew, el 25% de los estadounidenses sigue la información a través de Fox News.
La audiencia de las cadenas convencionales ha sufrido un inexorable deterioro, en su programación general y en los telediarios. La crisis coincide con el recambio generacional de los presentadores que durante el último cuarto de siglo han ocupado las pantallas: Tom Brokaw se despidió el miércoles de la NBC, Dan Rather se irá en marzo de la CBS -empañada su carrera por el fiasco de los documentos falsos sobre Bush- y Peter Jennings está en la recta final en la ABC. Y, homenajes aparte, no parece que haya gran conmoción; desde luego, no la que hubo en 1981, cuando se retiró Walter Cronkite, "el hombre en el que más confiaban los norteamericanos". Quizá porque, como dice Tim Goodman en The San Francisco Chronicle, "los informativos de las cadenas convencionales son unos dinosaurios. Punto".
Fox News, dirigida por Roger Ailes, asesor de Bush, padre, se ha consolidado en paralelo a la mayoría republicana
La audiencia de las cadenas convencionales ha sufrido un inexorable deterioro. La crisis coincide con el recambio generacional de los presentadores
Pérdida de audiencia
Desde 1991, las tres grandes cadenas han perdido un 33% de la audiencia. Primero, han tenido que hacer sitio a una cuarta, la Fox de Rupert Murdoch, que ha obligado a repartir la tarta: según los datos de otoño, CBS tiene una audiencia media de 13,3 millones de espectadores; NBC, 10,3 millones; ABC, 10,2, y la Fox, 9,8. Segundo, esa pelea es aún más complicada en las noticias, porque la información se ha desintegrado con la radio e Internet y con el asentamiento del cable, desde la pionera CNN y Fox News hasta MSNBC y CNBC. El Centro Pew preguntó qué canales usan los norteamericanos cuando necesitan informarse, lo que no equivale a porcentaje de audiencia ni excluye el uso de más de un canal. El 25% contestó que Fox News; el 22%, CNN, y el 11%, MSNBC. Los telediarios de las tres grandes se reparten entre el 16% y el 17% cada uno. La radio pública es el medio preferido por el 16%.
Fox News, dirigida por Roger Ailes, asesor de Bush, padre, se ha consolidado en paralelo a la mayoría republicana. Según Tom Rosenstiel, director del Project for Excellence in Journalism de la Universidad de Columbia, "lo que Fox hizo cuando empezó a emitir, en 1996, fue examinar el mercado y decir: no podemos competir con CNN en oficinas, en reporteros... Y tampoco con MSNBC, que tiene detrás la NBC. Así que ¿qué podemos hacer? Tenían personalidades -periodistas y comentaristas-, y, sobre todo, tenían a Roger Ailes, que sabía cómo hacer programas, algo de lo que CNN nunca había sido capaz, con la excepción de Larry King. Ailes construyó programas en torno a personalidades y buscó audiencias".
En este proceso, explica Rosenstiel, Ailes entendió que esas audiencias tenían que ser las de las tertulias de radio que florecieron en la presidencia de Clinton, basadas en personalidades, no en información. "Lo que Fox hizo fue transportar a la televisión unas audiencias que existían, las de las tertulias conservadoras. Cuando esa gente vuelve a casa, al final de la jornada, o cuando están en la oficina -es decir, cuando no están en sus vehículos, escuchando la radio- y se ponen a ver televisión, lo que ven es la Fox, que es, básicamente, una tertulia televisada detrás de otra".
Eso explica que el 39% de la audiencia de Fox News se identifique como republicana (aunque hay un 21% de demócratas y un 22% de independientes) y que la cadena reciba críticas que ponen en cuestión su lema: "Imparcialidad y equilibrio". Ailes cree que se deben a la envidia: "Odian que haya un amplio espacio para la información imparcial y equilibrada. No programamos para los conservadores; lo que no hacemos es eliminar sus puntos de vista", declaró a New York Daily News.
Un antiguo productor de Fox News, Charlie Reina, denunció en el foro de Jim Romenesko -de The Poynter Institute de Comunicación e imprescindible para pulsar los movimientos periodísticos en EE UU- que Fox News funciona a toque de corneta: "Ha garantizado la difusión de los puntos de vista del Gobierno". Este testimonio y otros fueron recogidos en el documental Outfoxed. La guerra de Rupert Murdoch contra el periodismo, de Robert Greenwald, que afirma: "No confío en nada de lo que diga Fox News". Desde dentro de la cadena se contraataca: "La única ocasión en mi carrera en la que alguien me ha dicho lo que tenía que hacer ha sido en otras empresas", declaró a USA Today, Jim Angle, corresponsal de Fox News en la Casa Blanca, refiriéndose a sus tres años en la ABC y seis en la radio pública.
Rectificar una frase
Fox News combate a todo aquel que afirme no sólo que es el altavoz del Gobierno, sino que es una televisión conservadora. Recientemente obligó a que The Wall Street Journal rectificara una frase en la que decía que el hecho de que el presidente les hubiera concedido una entrevista en vísperas de las elecciones se debía a que Fox "es una cadena que simpatiza con el proyecto de Bush y que es popular entre los republicanos".
Obviedades aparte, la realidad es que Fox ha aprovechado un sector de la sociedad abandonado por otros canales de cable y que cada vez se fía menos de las cadenas convencionales. Y que su fórmula ha alterado a los rivales, dice Rosenstiel, que habla de foxificación: "Fox News ha probado que puede ganar a la CNN con una programación más barata. Si mira la CNN y la compara con la de hace 10 años se dará cuenta de que, sobre todo en prime time, hay programas que oscilan entre noticias y tertulias. Hay muchas menos historias con corresponsales y reporteros que hace 10 años: están tratando de hacer lo que Fox ha hecho", que es más barato, "porque tener un invitado cuesta menos y hacen falta menos periodistas".
Una crisis de confianza mutua
LOS NORTEAMERICANOS se fían cada vez menos de los periodistas, y los periodistas tienen sensibilidades políticas que no coinciden con las del mapa de las elecciones. Ese desencuentro se refleja en dos estudios: el primero es la radiografía del periodismo en EE UU elaborada por The Project for Excellence in Journalism. Al comparar la opinión sobre los medios entre 1985 y 2000 se observa un deterioro progresivo de lo que piensan los ciudadanos de los informadores. En 1985, el 49% cuestionaba su calidad profesional; 15 años después, ese porcentaje llega al 72%. ¿Los medios ocultan sus errores? Lo pensaba uno de cada cinco; ahora lo creen casi siete de cada diez. Y sólo el 35% -antes, el 55%- piensa que los medios informan objetivamente. El retrato empeora cuando se pide a los encuestados que adjetiven a los periodistas: "Chapuceros; menos éticos, menos cuidadosos; más sectarios, menos autocríticos sobre sus errores, y, en general, más perjudiciales para la democracia que hace 30 años".
El segundo estudio es el realizado por el Pew Center entre los profesionales de la información: sólo el 31% confía en las opciones políticas de los ciudadanos. ¿Cómo se definen políticamente los periodistas? El 54%, como moderados; el 34%, como izquierdistas, y sólo el 7% se consideran conservadores, cifras que no coinciden con las de la sociedad. ¿Tiene sentido, entonces, la queja conservadora de que la mayoría de los medios ayuda a los demócratas? Según Tom Rosenstiel, "hay un problema con la orientación izquierdista, pero no el que dicen algunos conservadores. No creo que haya un intento consciente de los medios de ayudar a los demócratas y perjudicar a los republicanos. Eso es lo que, a la inversa, sí hace Fox, una cadena ideológica, pero no creo que lo sean ABC, NBC o CBS. El problema es que no hay casi periodistas conservadores en esas redacciones, y, en consecuencia, sus intentos de presentar la información de manera equilibrada no se cumplen como deberían".
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