Una vivienda se derrumba en Sevilla minutos después de ser desalojada

Trece familias fueron desalojadas en la madrugada de ayer minutos antes de que se derrumbara una vivienda en el centro de Sevilla, según fuentes municipales. En el siniestro, en el número siete de la calle Chicarreros, no hubo heridos. El derrumbe se produjo a las cuatro de la madrugada en las plantas primera y baja del edificio. Los vecinos aseguran que el viernes por la tarde vieron unas grietas en la pared y avisaron al arquitecto de la obra que está a la espalda del inmueble pero que el técnico le restó importancia.

Tras el derrumbe intervinieron la policía local, bomberos y técnicos de la Gerencia de Urbanismo para aclarar las circunstancias del suceso. Al parecer, según fuentes municipales, los bomberos recibieron una llamada en la que un vecino les avisaba tras haber oído un fuerte sonido en el interior del inmueble. Poco después, cuando los bomberos llegaron a la vivienda de Chicarreros, ordenaron el desalojo de los habitantes de ese inmueble y de otros contiguos. El derrumbe se produjo minutos después del desalojo y no hubo ningún herido.

El edificio siniestrado cuenta con un bajo ocupado por una tienda y tres plantas en las que viven tres familias, mientras que otras diez familias de edificios colindantes también han sido desalojados hasta que se asegure la normalidad de la zona. Las fuentes indicaron que los técnicos están reconociendo el área para valorar la gravedad del siniestro.

Alerta previa

Algunos vecinos del edificio derrumbado habían alertado de la existencia de grietas en la edificación. José Manuel Gómez, uno de los vecinos desalojados de madrugada, explicó que "ayer por la tarde -por el viernes- los vecinos avisaron de unas grietas en la pared pero el arquitecto de la obra -ubicada a la espalda del derrumbe- no le dio importancia".

Poco antes del incidente, los vecinos oyeron un fuerte crujido que les puso sobre aviso e hizo que llamaran inmediatamente a los bomberos, que actuaron con rapidez al comprobar la gravedad de la situación del edificio.

Los comercios situados en la zona no pudieron abrir ayer por motivos de seguridad, ya que una planta del edificio siniestrado todavía corría peligro de derrumbe, según fuentes de la Policía Local.

La propietaria de una tienda de decoración cercana al siniestro, Belén Domínguez, explicó ayer que "la policía nos ha acompañado para comprobar el estado de los negocios y nos ha obligado a cerrar hasta ver si existe peligro de otro derrumbe lo que supone una gran pérdida por la fecha en la que estamos y el público que ha venido para ver la Copa Davis".

El edificio siniestrado, que linda con una obra que da la plaza de San Francisco, fue desalojado rápidamente, lo que evitó daños personales. Las tres familias que residían en el número siete de la calle Chicarreros, además de otras diez de viviendas colindantes, fueron trasladadas en principio a la sede del Ayuntamiento y se realojaron posteriormente en casas de algunos familiares.