El viajero del imaginario andalusí

Se enamoró del sonido andalusí o arábigo andaluz escuchando cantar a Lole. "El primer contacto que tuvimos muchos de mi generación con la música árabe fue cuando Lole y Manuel grabaron el Anta oumbri. Empezamos a tirar del hilo de Om Kalsum y a familiarizarnos con el mundo árabe, el de la gran música árabe oriental, sin sospechar que existía el enorme legado andalusí que luego íbamos a descubrir".

Luis Delgado, madrileño de 48 años, ha ido construyendo lo que él denomina una arquitectura personal. "A través de Gregorio Paniagua, que fue de los primeros en España en grabar este tipo de música con marroquíes. Luego con el grupo Cálamus, que surgió con miembros de Atrium Musicae, y más tarde con otro de los hermanos Paniagua, Eduardo". Tenía 14 años cuando dio su primer concierto con la orquesta Gaspar Sanz, que dirigía Manuel Grandío, "herencia de la orquesta ibérica de instrumentos de pulso y púa, guitarras, bandurrias y laúdes".

Tras El sueño de Al Zaqqâq y El hechizo de Babilonia, llega el disco-libro doble Tánger, grabado en una antigua sinagoga de Tánger. La ciudad en la que vivió Paul Bowles, "es fronteriza. Y una frontera continental. Una ciudad en la que sus habitantes están habituados a ver pasar a muchísima gente".

Se trata de adaptaciones originales de poetas andalusíes de los siglos XI y XII. "Intentas acercarte a la estética de las tradiciones existentes en el Magreb y la música andalusí de Túnez, Argelia... Es tan histórico como una novela o una película histórica".

En el disco están juntos músicos españoles y magrebíes como el cantante Mohamed Serghini El Arabí, el laúd Larbi Akrim o el violinista Jamal Eddine Ben Allal y sus compañeros de andanzas Cuco Pérez, David Mayoral y Jaime Muñoz (de La Musgaña). "Tienes un amigo músico y un día te quedas mirando a ese amigo y te dices 'si resulta que es musulmán'. No puedes dividir a la humanidad por etnias, religiones o credos. La debes de dividir en otros ámbitos como el de los violentos y los no violentos. Creo que los violentos forman una raza aparte y que no tiene tanta importancia cuál sea la bandera que enarbolan ni la fe que profesan que, simplemente, es la de las armas y la imposición".

Tras el 11-M no hubo un linchamiento moral de los inmigrantes magrebíes. "Creo que el español medio tiene una sensibilidad un poco más profunda que lo que en muchas ocasiones pretende el político, del que a veces tienes la sensación de que su papel está más cerca de avivar una crispación que de aplacar los ánimos".

Ha colaborado en discos de María del Mar Bonet, Javier Bergia, Amancio Prada, Joaquín Saura o el poeta Juan Carlos Mestre; ha compuesto música para la compañía de danza de Víctor Ullate y para montajes de José Luis Gómez y el Centro Dramático Nacional o la Compañía Nacional de Teatro Clásico. Y trabaja con el Planetario de Madrid desde su fundación. Le marcó su trabajo para la banda sonora de Alquibla, la serie de 26 capítulos sobre el islam, con guiones de Juan Goytisolo. "Nunca he entendido que RTVE no la haya editado en DVD o en vídeo. Nadie puede imaginarse la cantidad de copias que he hecho de la serie", reconoce. "Los derechos de autor son algo novedoso. Esos repartos, desde determinados puntos de vista, son inmorales. Se mueve dinero en grandes cantidades en determinadas direcciones y la pelea de muchos artistas es ponerse en esas corrientes de flujo de dinero".

Colabora con el ensemble occitano Le Tre Fontane y forma parte del Quarteto Medieval de Urueña, fundado con César Carazo: "Intentamos reconstruir la música medieval española de las tres culturas". También presenta -toca zanfona, laúd, bajo Ashbury, Theremin y guitarra- junto al acordeonista segoviano Cuco Pérez y el violinista burgalés Diego Galaz un programa de cine con los temas de Mi tío, Los siete magníficos, Desayuno con diamantes, Las chicas de la Cruz Roja o Bienvenido Mr. Marshall.

En 1985, creó El Cometa de Madrid, sello que publicó unos catorce discos en tres años. Antes había trabajado en grandes compañías. "Vivimos una época muy excitante en la que se tambalea todo y como todas las épocas de crisis tendrá resultados fascinantes. La crisis es de la industria y ella tiene que buscar soluciones a esos problemas porque no creo que la música esté viviendo ninguna crisis. Muy al contrario. Tenemos ahora mismo al alcance de la mano unos medios de producción y comunicación de los que no hemos disfrutado en la vida. Cuando yo era chaval encontrar un disco de los lamas del Tíbet era una aventura imposible".

Tánger está publicado por Nubenegra.